Papa: Mensaje a la Conferencia sobre el diálogo judío-católico
María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano
Llamándolos “queridos amigos, en su Mensaje Francisco les da las gracias por lo que hacen, teniendo en cuenta que su encuentro es un poco como la asamblea general de cuantos están comprometidos profesionalmente en el diálogo judío-católico. El Pontífice agradece al Comité Internacional Judío para las Consultas Interreligiosas, junto a la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo y a la Conferencia Episcopal Italiana por hacer posible esta 24ª edición de su Conferencia.
El Papa Bergoglio recuerda asimismo en su mensaje que desde la promulgación de Nostra Aetate hasta hoy, el diálogo judío-católico ha dado buenos frutos. Sí, porque como escribe “compartimos una rica herencia espiritual, que puede y debe ser cada vez más valorada, creciendo en el redescubrimiento mutuo, en la fraternidad y en el compromiso común en favor de los demás”.
Tener en cuenta la actitud hacia los refugiados
En este sentido, el Obispo de Roma destaca que su reunión tiene por objeto “contribuir al desarrollo de convergencias y promover una cooperación más intensa”. De ahí que escriba que “es bueno que también aborden cuestiones de actualidad, como la actitud hacia los refugiados y la búsqueda de formas para ayudarlos”, sin olvidar “la lucha contra el preocupante resurgimiento del antisemitismo, la reflexión sobre la persecución de los cristianos en diferentes partes del mundo, la situación del diálogo judío-católico en Italia e Israel y sus perspectivas a una escala más amplia”.
No al extremismo que surge hoy en día de varias partes
Por último, el Papa los anima, teniendo en cuenta que el diálogo es la vía para conocerse mejor, a colaborar en la creación de un clima no sólo de tolerancia, sino también de respeto entre las religiones. Y no duda en afirmar que “nuestra fuerza es esa mansa del encuentro, no del extremismo que surge hoy en día de varias partes y que sólo conduce al choque”. “Jamás se equivoca al buscar el diálogo”, escribe Francisco. Y destaca glosando un parágrafo del Libro los Proverbios que “la Escritura nos recuerda que el engaño está en el corazón de quien trama el mal, pero la alegría está en el corazón de quien promueve la paz”.
La tenacidad de la mansedumbre y el valor de la paciencia
El Santo Padre concluye asegurando que reza para que su encuentro se caracterice por la paz, e invoca sobre todos ellos la bendición del Altísimo a fin de que les conceda “la tenacidad de la mansedumbre y el valor de la paciencia”.
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