Papa: los museos eclesiásticos son eco de la Santidad del Pueblo de Dios
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
En la mañana del 24 de mayo el Papa Francisco saludó en la Sala Clementina del Vaticano a 400 miembros de la Asociación Italiana de Museos Eclesiásticos, que tiene como misión servir en los museos de diócesis o institutos religiosos en Italia y entregó a la Presidenta su discurso, preparado para la ocasión.
En el discurso, el Papa habla de los museos Eclesiásticos, asegurando que tienen la misión de “documentar visiblemente el camino tomado por la Iglesia a lo largo de los siglos en adoración, catequesis, cultura y caridad” y además, por su propia naturaleza, “están llamados a fomentar el encuentro y el diálogo en la comunidad territorial”. En este sentido, se lee en el texto, “es normal colaborar con museos de otras comunidades religiosas” porque las obras de arte y la memoria de diferentes tradiciones y estilos de vida “hablan de esa humanidad que nos hace hermanos y hermanas”.
El Papa también escribe en su discurso que el patrimonio histórico, artístico y cultural, está, al igual que el patrimonio natural, “amenazado” y ante esta amenaza exhorta a “integrar la historia, la cultura y la arquitectura de un lugar particular, salvaguardando su identidad original, haciendo que el lenguaje técnico dialogue con el lenguaje popular”. Es por este motivo – expresa en el documento – que es “esencial” que el museo mantenga “buenas relaciones con el territorio en el que se inserta”.
También habla de la importancia de los museos en la vida de las personas, siendo una oportunidad de intercambio entre las personas y para crear comunidades. “En los grandes centros se propone como oferta cultural y representación de la historia de ese lugar. En las ciudades pequeñas apoya la conciencia de una identidad que hace que uno se sienta como en casa” asegura el Papa en su discurso.
Por último, asegura que todo el mundo tiene derecho a una cultura hermosa, y especialmente los más pobres y los últimos, que deben disfrutarla como un regalo de Dios y los invita a consultar la Exhortación Gaudete et exsultate, porque se trata de un documento que “les concierne de una manera particular” – asegura – “porque los museos eclesiásticos también son una resonancia de la santidad del Pueblo de Dios”.
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