Papa: el deporte debe estar al servicio de la humanidad

María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano

Llamándolos “queridos amigos”, Francisco dio su bienvenida a los miembros del Consejo de esta Federación, a quienes agradeció, dirigiéndose a su Presidente, las palabras de saludo que pronunció en nombre de todos ellos.

Objetivo de esta Federación

Refiriéndose al objetivo de su Federación, el Papa Bergoglio les dijo que “no es sólo promover el patinaje sobre hielo en todo el mundo, sino también y sobre todo permitir que un número cada vez más grande de personas experimente la belleza de este deporte”. En efecto – tal como prosiguió diciendo Francisco – “todo deporte es causa y expresión de alegría” citando así su Exhortación apostólica Christus vivit, en la que se refiere a “la alegría de moverse, la alegría de estar juntos, la alegría por la vida y los dones que el Creador nos hace cada día”, lo que es “cierto – añadió – para los que practican el patinaje”, puesto que “ofrece una estimulante experiencia de vida y libertad de movimiento, junto con el entrenamiento disciplinario, el trabajo en equipo y la búsqueda de la excelencia personal”.

El patinaje es un deporte inclusivo

Asimismo destacó que, tradicionalmente, “el patinaje es un deporte inclusivo, capaz de superar las barreras sociales y abierto a personas de todas las edades”. Por esta razón aprovechó esta oportunidad para “alentar sus esfuerzos” a fin de “asegurar que la alegría de patinar también pueda marcar eventos altamente competitivos”. Y les manifestó su deseo de que “a medida que se esfuerzan por introducir cada vez más jóvenes en el deporte”, su liderazgo los ayude, a través de la competición, “a madurar como miembros activos de la sociedad en su conjunto”.

Los valores del deporte

Sí, porque como afirmó el Santo Padre, “los valores de respeto, coraje, altruismo, equilibrio y autocontrol que se aprenden en el deporte son una valiosa preparación para el éxito en la carrera de la vida. El deporte, en una palabra, está pensado siempre al servicio de la humanidad”. Y con estos sentimientos Francisco los bendijo junto a sus familias y a todos los miembros de la Federación Internacional de Patinaje y a su trabajo.