Que los sueños de Francisco sean nuestros para hacer una Europa mejor
Emanuela Campanile y Amedeo Lomonaco - Ciudad del Vaticano
Una Europa que sea amistosa "con la persona y con la gente", que sea "una familia y una comunidad", "solidaria y generosa" y "sana y secular". Estos son los sueños, para el Viejo Continente, indicados por el Papa Francisco en la carta dirigida al Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, con motivo de tres aniversarios: el 40º aniversario de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea (COMECE), el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la Unión Europea y el 50º aniversario de la presencia de la Santa Sede como Observador Permanente ante el Consejo de Europa.
Hollerich: los sueños del Papa junto a los de los ciudadanos europeos
"Depende de nosotros hacer nuestros los sueños del Papa para que la vida sea mejor en Europa y en el mundo." Con estas palabras, el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y presidente de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea, comenta la carta del Papa Francisco. Refiriéndose a la obra de COMECE, el cardenal añade que los sueños del Pontífice son ahora la medida de este compromiso.
R. - Es muy bueno que el Papa haya expresado esta visión de Europa en sueños. Estos sueños son la integración del pasado europeo, de cuyas raíces siempre se habla. Pero no son sólo el pasado. Como dice el Papa Francisco, no sólo debemos mirar el álbum de la historia, sino que debemos seguir haciendo nuestra contribución. Esto es hermoso. El continente europeo, la Unión Europea, tiene un futuro. Depende de nosotros hacer nuestros los sueños del Papa para que la vida sea mejor en Europa y en el mundo entero.
El Papa retoma la famosa exhortación de Juan Pablo II "Europa encuéntrate, sé tú misma" y la actualiza en el contexto actual marcado por la pandemia. ¿De qué manera este mensaje dirige el trabajo de COMECE, que celebra sus 40 años de vida?
R. - Estamos muy contentos de haber recibido este mensaje del Papa. Es un estímulo para continuar nuestro trabajo. También es bueno tener una medida. Los sueños del Papa son ahora la medida de nuestro trabajo para intervenir en las instituciones de la Unión Europea. Toda esta conexión con Juan Pablo II es hermosa. "Europa encuéntrese a sí misma, sea usted misma". Y esto no en un sentido del pasado, sino en una realización que tiene lugar en el futuro. Debemos asumir nuestra historia, realizarla hoy para planificar el futuro. Estoy feliz porque a veces se dice que COMECE debería comprometerse más con la Europa cristiana. El Papa nos muestra que no es exactamente así. Más bien, debemos construir un mundo mejor con todos los hermanos y hermanas de Europa. La Iglesia y los obispos tienen su lugar y deben alzar sus voces para expresar sueños que no son sólo los del Papa o los obispos. Pero son sueños de paz, de bien común, de bienvenida. Son los sueños de muchos ciudadanos europeos. Para COMECE, y no sólo para la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea, es un mensaje que nos hará trabajar en el futuro.
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