Siete días con el Papa Francisco
La paciencia y la esperanza son dos virtudes que el Pontífice animó a vivir a todos los que el día de la Fiesta de la Presentación del Señor celebraron la 25ª Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Son dos actitudes esenciales para todos los cristianos que, además, han de escuchar la voz llena de autoridad de Jesús, que quiere sanarnos. Así lo explicó en su meditación durante el Ángelus del domingo. Además, el Sucesor de Pedro, entre otros mensajes, insistió esta semana en la necesaria vinculación que ha de existir entre la vida litúrgica y la oración, para que la espiritualidad que se cultive sea sana y eclesial.
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