Imagen de archivo: el Papa Francisco durante su viaje a Fátima en 2017. Imagen de archivo: el Papa Francisco durante su viaje a Fátima en 2017.

Papa a monaguillos en Fátima: "Ofrezcan a Jesús sus manos, pensamientos y tiempo"

Con motivo de la XXV Peregrinación Nacional de monaguillos al Santuario de Fátima, en Portugal, el Papa Francisco envió un mensaje que fue leído en la misa de apertura del encuentro, el sábado pasado. El Pontífice recordó los retos de quienes sirven en el Altar y exhortó a los jóvenes a ser santos y originales, poniendo "todo el entusiasmo de la edad en el encuentro con Jesús escondido bajo el velo eucarístico". "Ofrezcan sus manos, sus pensamientos y su tiempo a Jesús, Él no dejará de recompensarlos".

Andressa Collet - Noticias del Vaticano

El Papa Francisco envió un mensaje con motivo del 25 aniversario de la Peregrinación Nacional de los Acólitos, reunidos en el Santuario de Fátima, en Portugal, que fue leído al incio de la celebración eucarística del pasado sábado. El santuario reanudó el programa oficial de peregrinaciones el 15 de marzo, cumpliendo las normas sanitarias vigentes en el país, como el uso de mascarillas en todas las zonas del santuario, el lavado frecuente de las manos y el respeto de la distancia física entre las personas.

 

De hecho, el tradicional número de 5.000 monaguillos presentes que cada año participan en este tipo de peregrinación, tuvo que reducirse este año a 1.000 para mantener los protocolos de seguridad. Bajo el lema "Sean santos, sean originales", expresión utilizada por el beato Carlo Acutis, el punto culminante de la peregrinación de este año fue la propia celebración eucarística con la participación del Papa a través del mensaje. El texto, escrito en portugués, fue dirigido a Monseño José Manuel García Cordeiro, presidente de la Comisión Episcopal Portuguesa de Liturgia y Espiritualidad.

La profesión de fe de los monaguillos

En su saludo, el Pontífice recordó la importancia de los acólitos en la Misa, cada vez que se acercan al Altar porque pueden "colaborar estrechamente" para el milagro de la pequeña partícula de pan que se convierte en el Cuerpo de Cristo y del vino en el cáliz que se convierte en la Sangre de Cristo. "Tus ojos no ven a Jesús, pero tu corazón y tus labios lo adoran", escribió el Papa en el mensaje, añadiendo:

“Debes comportarte como es debido en el servicio de las cosas sagradas. Tu actitud interior y exterior debe estar en consonancia con lo que haces, sobre todo cuando estás cerca del altar, cuando te persignas, cuando te arrodillas, cuando te sientas o cuando participas en la oración y en los cánticos comunitarios. Animado por el respeto y el recogimiento interior, tu servicio como acólito se convertirá en una profesión de fe para la comunidad. Para ello, pon todo el entusiasmo de tu edad en el encuentro con Jesús oculto bajo el velo eucarístico. Ofrece a Jesús tus manos, tus pensamientos y tu tiempo, y Él no dejará de recompensarte”

"Sé santo", pero "sé original"

El Papa también citó el ejemplo de los santos que encontraron en la Eucaristía "no solo el alimento para el camino de la perfección, sino de la vida corporal", como el Santo Cura de Ars y la Beata Alejandrina de Balazar -14 años alimentándose sólo de la Comunión-: "¡Cuántas veces se emocionaron hasta las lágrimas en la experiencia de tan gran misterio!", recordó Francisco, viviendo "horas indescriptibles de alegría ante el Santísimo Sacramento." Lo primero que pide Jesús, por tanto, es ser santo; lo segundo, dijo el Pontífice, es ser original, como insta el tema de la peregrinación de este año.

 

El propio beato Carlo Acutis ya observó que "todos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias".

Por ello, el Papa animó a los monaguillos a no copiar el modo de ser y vivir la santidad de otros, a través de un pensamiento ya compartido en su Exhortación Apostólica "Christus vivit". Son testimonios que pueden ser útiles para estimular y motivar, pero no para copiar:

"Debes descubrir quién eres y desarrollar tu manera personal de ser santo, independientemente de lo que digan y piensen los demás. Convertirse en santo es llegar a ser más plenamente tú mismo, el que Dios quiso soñar y crear, no una fotocopia. Tu vida debe ser un estímulo profético que sirva de inspiración a los demás, que deje una marca en este mundo, esa marca única que sólo tú puedes dejar. (nº 162)"

Acólitos, ¡sigan la esperanza de Dios!

Finalmente, el Pontífice también instó a invocar a San José, Guardián de la Sagrada Familia y Patrón de la Iglesia Universal, para "servir siempre dignamente al milagro del descenso de Jesús a la tierra que se realiza diariamente en los Altares."

“Por favor, querido monaguillo, no te dejes caer en la mediocridad, que nos rebaja y nos vuelve grises. Pero la vida no es gris, la vida debe apostar por grandes ideales. No sigas a las personas negativas, ¡sigue irradiando a tu alrededor la luz y la esperanza que vienen de Dios! Como saben, esta esperanza no defrauda; ¡nunca defrauda! Con Dios nada se pierde, pero sin él todo se pierde. No tengas miedo, pues, de arrojarte en los brazos del Padre del Cielo, y confía en Él, que se encargará de que te conviertas en el santo original que Él quiere que seas”

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03 mayo 2021, 11:13