Terni recuerda el encuentro con Juan Pablo II
Emanuela Campanile - Ciudad del Vaticano
En la misma plaza de la acería que hace cuarenta años acogió a Juan Pablo II, la ciudad de Terni celebró ayer el acontecimiento más significativo de este aniversario con la Santa Misa presidida por Monseñor Giuseppe Piemontese, Obispo de Terni-Narni-Amelia. Unos días antes, siempre para el obispo, llegó también un mensaje del Papa Francisco.
El individuo y la familia
Cercanía, ánimo y oración, pero también una exhortación a quienes están "implicados de diversas maneras en el mundo del trabajo y de la empresa". Tutela del trabajo, escribe Francisco, y políticas sociales válidas a favor del individuo y su profesionalidad "considerando especialmente el papel crucial de la familia para toda la sociedad". El Papa no deja de mencionar a los más débiles y menos favorecidos para los que espera proyectos de solidaridad.
La participación de todos
En un contexto de crisis económica y social y de incertidumbre para el futuro, "todos -continúa el Pontífice- están llamados a un renovado y profundo sentido de la responsabilidad, mostrando solidaridad y condivisión". Al mismo tiempo, "es necesario trabajar con solicitud para que las instancias éticas y los derechos de la persona mantengan la primacía sobre toda búsqueda de beneficio.
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