El Papa y los Refugiados: Hacia un "nosotros" cada vez más grande
Ciudad del Vaticano
Cuidar a quien está herido, alejando todo miedo, es un paso más hacia la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR) que se celebrará el domingo 26 de septiembre de 2021.
Bajo el tema Hacia un nosotros cada vez más grande, en esta edición el Santo Padre invita a todos a comprometernos a restaurar nuestra familia humana y pide que en la causa de los hermanos migrantes «al final ya no estén “los otros”, sino sólo un “nosotros”» (Fratelli tutti, 35).
Francisco invita, por tanto, a la Iglesia a salir a las calles de las periferias existenciales para curar a los heridos y buscar a los perdidos, sin dejarnos llevar por los miedos y prejuicios.
Historias de vida detrás de cada refugiado
Para dar difusión a esta Jornada, la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, lanza una serie de videos inéditos en los que escuchamos las historias de vida que hay detrás de los refugiados.
Mark Seitz y su experiencia como obispo de El Paso
En esta ocasión, Monseñor Mark Seitz, obispo de El Paso, ciudad situada en la frontera entre Estados Unidos y México, comparte su experiencia pastoral juntos los migrantes que cada día arriesgan sus vidas en busca de un futuro mejor.
"Estamos todos en el mismo barco y estamos llamados a comprometernos para que no haya más muros que nos separen, para que ya no estén los otros, sino sólo un nosotros, un nosotros tan grande como la humanidad entera", explica el prelado quien también desde pequeño aprendió a compartir y vivir en solidaridad:
Finalmente, el obispo de El Paso recuerda que en un mundo donde cada día se levantan muros y vallas que dividen, "las personas de fe tienen que ser constructores de puentes".
Dios nos llama a ser 'personas puente'
"El Espíritu Santo derriba todo lo que nos separa: los muros de la pobreza, de la indiferencia y de la exclusión. Aquí en la frontera, y en cada lugar de encuentro con quienes viven en los márgenes de la sociedad, Dios nos llama a ser 'personas puente'. Dios está tejiendo un futuro nuevo y hermoso", concluye.
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