El Papa: en Budapest y Eslovaquia para rezar en el corazón de Europa
Ciudad del Vaticano
Falta una semana para la llegada del Papa a Budapest, pero el corazón de Francisco ya está en Hungría, donde llegará el próximo domingo y donde hoy comienza el 52º Congreso Eucarístico Internacional. En el Ángelus recordó que clausurará este importante acontecimiento para la Iglesia y que después proseguirá hacia Eslovaquia. Una peregrinación -afirma- que concluirá "el miércoles siguiente con la gran celebración de Nuestra Señora de los Dolores, Patrona de ese país". Serán, pues, “días marcados por la adoración y la oración en el corazón de Europa”.
Europa es testigo del anuncio del Señor
Francisco saluda a los organizadores del viaje, agradece a los que le esperan y a los que desea sinceramente encontrar:
Pido a todos que me acompañen con la oración y confío las visitas que realizaré a la intercesión de tantos heroicos confesores de la Fe, que dieron testimonio del Evangelio en aquellos lugares en medio hostilidades y persecuciones. Que ayuden a Europa a dar testimonio, también hoy, no tanto con palabras, sino sobre todo con hechos, con obras de misericordia y de acogida, de la Buena Noticia del Señor, que nos ama y nos salva.
Los mejores deseos para la comunidad judía
El Papa recordó también que en los próximos días llega el Año Nuevo judío "Rosh Ha-Shanah", y luego las dos fiestas: "Yom Kippur" y "Sukkot".
Extiendo de corazón mis buenos deseos a todos los hermanos y hermanas de religión judía. Que el nuevo año sea rico en frutos, paz y bondad, para todos los que caminan fielmente en la Ley del Señor.
El centenario de la Legión de María
En el saludar a los peregrinos presentes en la plaza, los buenos deseos del Papa se dirigieron luego Legión de María, que celebra su centenario:
Que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide.
Memoria de Santa Teresa de Calcuta
Por último, Francisco recuerda la memoria de Santa Teresa de Calcuta, "para todos Madre Teresa".
Hoy se conmemora a Santa Teresa de Calcuta, conocida por todos como Madre Teresa. ¡Un gran aplauso! Saludo a todas las Misioneras de la Caridad, comprometidas en todo el mundo en un servicio a menudo heroico, y pienso en particular en las Hermanas del Don de María, aquí en el Vaticano.
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