El Papa a los franciscanos seculares: Alivien los dolores de las personas
Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano
Luchar por la justicia, colaborar en proyectos misioneros, trabajar por una ecología integral, comprometerse también a nivel "social y político", sin olvidar nunca su vocación primaria: estar entre la gente, con un estilo de vida "sencillo" y "sin pretensiones", traduciendo el Evangelio – fuente de esperanza en los dramas de hoy – en acciones concretas. Pocos días después de su visita a Asís, para el encuentro con los pobres de Europa, el Papa Francisco recibió en el Palacio Apostólico a los franciscanos seculares, una rama de la familia franciscana que acoge entre sus miembros a laicos y laucas, incluso casados, que quieren vivir el Evangelio a la manera de San Francisco de Asís.
La llamada a la santidad
El Papa Francisco les recordó precisamente esta misión y vocación, que toma la linfa de la "llamada universal a la santidad" dirigida a todos los bautizados. Una santidad, dijo, pedida por las constituciones generales, pero también por la regla aprobada en 1978 por Pablo VI, que "implica la conversión del corazón, atraído, conquistado y transformado" por Cristo, aquel que es "el bien, todo bien, el sumo bien". "Esto es lo que los hace verdaderos penitentes", añadió Francisco. Sin embargo, hay que tener cuidado de no confundir "hacer penitencia" con "obras de penitencia": "Éstas – ayuno, limosna, mortificación – son consecuencias de la decisión de abrir el corazón a Dios”.
Pobreza y sencillez, signos distintivos frente a todos
El Santo Padre les recordó que "son hombres y mujeres comprometidos a vivir en el mundo según el carisma franciscano”. Y subrayó que la invitación es, por tanto, a "abrazar" el Evangelio y a que la propia vida sea "modelada" por él:
De este modo, prosiguió destacando el Pontífice, asumirán la pobreza y la sencillez como sus signos distintivos ante los demás. Mientras "con su identidad franciscana y secular, son parte de la Iglesia en salida", añadió Francisco.
Hacia las periferias existenciales de hoy
El Pontífice volvió a reiterar el estímulo, que siempre dirige a todos los fieles: "Salir hacia las periferias, las periferias existenciales de hoy, y hacer resonar allí la palabra del Evangelio".
"No olviden nunca a los pobres, que son la carne de Cristo", prosiguió, puesto que están llamados "anunciarles la Buena Noticia, como hizo, entre otros, Santa Isabel de Hungría, su Patrona". Y así como ayer "las 'fraternidades de penitentes' se distinguieron por fundar hospitales, dispensarios, comedores y otras obras de caridad social concreta", hoy "el Espíritu los envía a ejercer la misma caridad con la creatividad que requieren las nuevas formas de pobreza".
Artesanos de la paz
El Papa Francisco concluyó recordando el deseo de San Francisco: "Que toda la familia permanezca unida, respetando ciertamente la diversidad y la autonomía de los distintos componentes y también de cada miembro". Pero siempre "en una comunión vital recíproca", para soñar juntos con un mundo en el que todos sean y se sientan hermanos, y "esforzándose" juntos por construirlo: "Hombres y mujeres que luchan por la justicia y trabajan por una ecología integral, colaborando en proyectos misioneros y convirtiéndose en artesanos de la paz y testigos de las Bienaventuranzas". Así, terminó diciendo el Santo Padre, “hemos comenzado el camino de la conversión y después, todas estas propuestas de fecundidad que salen del corazón, unido al Señor y amante de la pobreza".
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