Francisco: Esta guerra es vergonzosa para toda la humanidad
Ciudad del Vaticano
Una pasión personal que se convierte en servicio social. Con estos términos, en síntesis, se dirigió el Papa Francisco a la Federación Italiana Ricetrasmissioni C.B., una organización de voluntariado que ha cumplido más de 50 años de vida y que el Papa recibió esta mañana, en el Aula Pablo VI. Fue la ocasión de estimularlos y apoyarlos, aprovechando para recordar, en esta circunstancia, que, para él en Italia, una de las sorpresas fue el “fuerte voluntariado”.
La institución forma parte del vasto y multiforme movimiento del voluntariado italiano, que Francisco confesó no terminar más de apreciar y que “amerita ser incentivado y apoyado”. La pasión de los radioaficionados, en este caso, se transformó en un instrumento eficaz de protección civil y de solidaridad con las personas más necesitadas y frágiles y con los grupos sociales más vulnerables. “Esto es muy bello”, subrayó el Papa. “Es el principio de los dones, de los talentos, hechos fructificar para el bien común”, añadió.
“Esta guerra es vergonzosa para toda la humanidad”
El Papa se complace y agradece el compromiso al servicio de quienes huyeron de Ucrania a causa de la guerra. Expresó, una vez más, la esperanza y la oración “para que esta guerra termine lo más pronto posible” y no duda en definirla “vergonzosa para todos nosotros, para toda la humanidad”.
Es inaceptable: cada día se agregan muertes y destrucciones. Tanta gente se ha movilizado para socorrer a los prófugos. Gente común, especialmente en los países confinantes, pero también aquí en Italia, donde llegaron y aún continúan llegando miles de ucranianos. Vuestra contribución es preciosa, es un modo concreto, artesanal de construir la paz.
Ayudar a los prófugos también en el futuro
El Pontífice compartió las palabras introductorias al encuentro del presidente de la asociación donde habló sobre la importancia de la Protección civil europea: “Europa está dando su respuesta a esta guerra –dice el Papa- no solo a nivel de las altas instituciones, sino también a nivel de la sociedad civil, de las asociaciones de voluntarios como la suya”. De ahí la invitación a mantener el rumbo:
Esta forma de reaccionar es fundamental e indispensable, regenera el tejido humano y social, ante una herida tan grave y tan grande como la causada por la guerra. Y ayudar a los refugiados ucranianos, no sólo en este momento, sino más adelante, cuando el recuerdo de la guerra se desvanezca, porque en ese momento tendrán más dificultades que ahora: porque ahora estamos todos juntos, y entonces... Y pensar en el futuro. Y eso no es fácil.
El deseo de los miembros de la Federación es mantener siempre juntas la libertad y la solidaridad. Y concluye:
“Y apuntar al bien común, nunca a los intereses partidistas. Una sola preferencia: los pobres, los indefensos, los marginados”.
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