Papa Francisco bendijo una escultura de Schmalz sobre la Virgen desatanudos. Será un regalo a los pueblos indígenas canadienses. Papa Francisco bendijo una escultura de Schmalz sobre la Virgen desatanudos. Será un regalo a los pueblos indígenas canadienses.

El Papa bendice una escultura de la Virgen Desatanudos para los indígenas

Fue durante su peregrinación al lago Santa Ana, lugar sagrado tanto para los pueblos indígenas como para los católicos canadienses. La obra es una oración a la Virgen María para destrabar los problemas del mundo.

Vatican News 

El Papa Francisco bendijo ayer una escultura de la virgen “María Desatanudos” en el marco de su visita apostólica a Canadá.  La obra del artista canadiense, Timothy Schmalz, es un obsequio para los pueblos indígenas. La bendición se realizó por la tarde después de la Liturgia de la Palabra que celebró el Sumo Pontífice durante su peregrinaje al Lago Santa Ana, en Alberta, Canadá

Antes de que llegara el Papa, el cacique siux Tony Alexis explicó la historia del lago. A continuación, miembros de la “Alexis Nakota Sioux Nation” compartieron danzas tradicionales. Posteriormente, Francisco rezó frente al lago Santa Ana y dijo: “Cuántos corazones han venido aquí con ansia ansiosa, agobiados por las cargas de la vida y encontrado en estas aguas consuelo y fuerza para seguir”.


La escultura “María Desatanudos” es una alegoría de las dificultades humanas, simbolizadas como cintas anudadas, que la Virgen desata y destraba como una madre que ayuda a sus hijos. Su autor es mundialmente conocido por sus trabajos “Jesús sin techo”, presente en más de 140 ciudades del mundo, y “Ángeles sin saberlo”, instalada y bendecida por el Papa Francisco en 2019 en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

Schmalz indicó que “la escultura muestra a la Virgen centrada en desatar los nudos del mundo. Al igual que el Papa Francisco, que está viajando por el mundo para desatar los nudos de la historia”.

La obra del artista canadiense, Timothy Schmalz, es un obsequio para los pueblos indígenas

El Lago Santa Ana es el lugar de peregrinación más importante para pueblos indígenas y para los católicos en el oeste de Canadá. Los Sioux Nakota lo llaman Wakamne, “Lago de Dios”, y los Cree, “Lago del Espíritu”.

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27 julio 2022, 15:56