El Papa saluda a los periodistas en el vuelo a Budapest

Salvatore Cernuzio - Vatican News

En el vuelo a Budapest, como es habitual en cada viaje apostólico, el Papa Francisco saludó a los 73 periodistas (8 húngaros) que le acompañaban en el avión de ITA Airways que despegó esta mañana de Roma Fiumicino. "¡Buen viaje a todos!", dijo Francisco a los periodistas y camarógrafos que le seguían en el viaje húngaro, bromeando sobre el micrófono que inicialmente dio problemas de audio: "Esto como los niños caprichosos, se oye...".

Las acusaciones contra Wojtyla

El Pontífice saludó uno a uno a los periodistas, estrechándoles la mano y compartiendo palabras y bromas. El corresponsal de la agencia polaca PAP, en particular, le agradeció su defensa de Juan Pablo II, es decir, las palabras pronunciadas en el Regina Coeli el 16 de marzo en referencia a las declaraciones hechas en directo por televisión por el hermano de Emanuela Orlandi, la ciudadana vaticana desaparecida hace 40 años a los 15 años. Pietro Orlandi, informando del contenido de un audio, habló de las supuestas costumbres del Papa polaco de salir por la noche con dos monseñores "ciertamente no para bendecir casas". "Insultantes e infundadas inferencias", había dicho el Papa asomado a la ventana del Palacio Apostólico. "Una estupidez", le dijo hoy al periodista de la misma tierra que Wojtyla.

Un regalo en memoria de los emigrantes fallecidos en Cutro

A continuación, el Papa respondió con una sonrisa a las preguntas sobre su salud, tras ser ingresado en el hospital Policlínico Gemelli por una bronquitis infecciosa, y agradeció los diversos regalos recibidos de los periodistas. Los más significativos, un biberón y una brújula. Se los entregó Eva Fernández, periodista española de Radio Cope, conocida por la singularidad y originalidad de los regalos que ofrece al Pontífice en cada viaje apostólico. La botella y la brújula de hoy recuerdan el dramático naufragio ocurrido en Cutro, Calabria - Italia, el pasado 26 de febrero, en el que murieron más de 80 personas. Una tragedia por la que el Papa expresó todo su dolor.