Siete días con el Papa Francisco
Patricia Ynestroza - Ciudad del Vaticano
La primera cita del Papa fue el viernes por la mañana, fue en el antiguo Monasterio de las Carmelitas, ante las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático. Por la tarde, se encontró con obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, seminaristas y agentes de pastoral en la basílica de San Esteban, durante el cual se presentaron algunos testimonios al Papa.
El Papa en Hungría para construir puentes entre los pueblos
El Santo Padre se reunió el segundo día de su viaje con los niños en el Instituto Beato Lászlo Batthyány-Strattmann, de Budapest. Al encontrarse con los pobres y refugiados en la Iglesia de Santa Isabel, el sábado, Francisco pide compasión hacia todos, en especial hacia quienes están marcados por la pobreza, la enfermedad y el dolor. “Necesitamos una Iglesia que hable con fluidez el lenguaje de la caridad”
Por la tarde del sábado, el Papa Francisco se reunió con los jóvenes, y les da la pócima secreta para “ganar en la vida” y sus consejos para no caer en la soledad del mundo virtual y salir al encuentro de los demás. "Invertir en las grandes metas de la vida" y "no virtualizar la vida" son algunas de las claves de su mensaje
En el cuarto domingo de Pascua, el Papa presidió la Santa Misa en la Plaza Kossuth Lajos de Budapest, ante unos 50 mil fieles húngaros. En su homilía, Francisco instó a ser como Jesús, “una puerta que nunca se le cierra en la cara a nadie” y que permite “experimentar la belleza del amor y del perdón del Señor”.
El conocimiento, los progresos de la técnica, la arrogancia del ser y del tener, el riesgo de que el hombre se deje aplastar por las máquinas, pierda el contacto con la realidad y la capacidad de cultivar el espíritu: son temas que Francisco abordó en el último discurso de su 41º Viaje Apostólico, en el Encuentro con el mundo de la universidad y de la cultura.
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