El Papa al Príncipe El Hassan bin Talal: “Poner al centro las convergencias que nos unen”
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
Esta mañana el Pontífice ha recibido a Su Alteza Real el Príncipe El Hassan bin Talal y a los participantes en el VI Coloquio entre el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso y el Instituto Real de Estudios Interreligiosos, que estos días van a dialogar acerca de “los puntos comunes creativos entre el cristianismo y el islam", para expresar a Su Majestad el Rey Abdullah II de Jordania su aprecio y gratitud por su atención a las comunidades cristianas no sólo de su país, sino también a las de Oriente Medio, “particularmente en tiempos marcados por los conflictos y la violencia”. De hecho, ha subrayado el Papa, “Su Majestad no se cansa de repetir que los cristianos de esas benditas tierras son autóctonos, es decir, que viven donde han vivido sus antepasados durante muchos siglos”.
Una amistad fiel
El Dicasterio para el Diálogo Interreligioso y el Real Instituto de Estudios Interreligiosos se está reuniendo por sexta vez, un dato significativo dice el Papa, pues “demuestra la perseverancia en el camino del diálogo interreligioso e intercultural, y es también prueba de una amistad fiel que continúa a pesar de la rotación de personas y responsabilidades”. En este sentido, el Papa expresa una vez más su gratitud al Instituto dirigido por el Príncipe El Hassan bin Talal porque “no sólo beneficia a los ciudadanos cristianos de ayer y de hoy, sino que también protege y consolida este patrimonio en todo Oriente Medio, tan diverso y rico en etnias, religiones, culturas, lenguas y tradiciones”.
“Se trata – continua el Papa – de preservar celosamente cada pieza de este hermoso mosaico. También sería deseable, en la medida de lo posible, cooperar estrechamente con institutos cristianos que tengan el mismo noble objetivo”.
Poner el enfoque en las convergencias que nos unen
Por último, el Papa les ha aconsejado que, en el diálogo que practican y promueven, “para que sea fructífero requiere un estilo de sinceridad y respeto mutuo, con conciencia tanto de las convergencias como de las divergencias, centrándose en especial en las primeras, en lo que nos une, tanto a nivel religioso-espiritual como ético-moral”. Y en este sentido, recuerda que es importante “hacer hincapié en muchos valores comunes, como el culto al Dios único, la oración, el ayuno, la peregrinación, la compasión, el compartir, la atención a los desfavorecidos y a los que sufren: el huérfano, la viuda, el enfermo, el anciano, el inmigrante, el refugiado”.
Petición especial de apoyo a Siria y Turquía
Por último, les ha pedido mostrar su cercanía a las poblaciones de Siria y Turquía afectadas por los terremotos: “Y no quiero irme sin decir una palabra. Me he reunido con el Embajador, me ha recordado el drama de Turquía y del norte de Siria. Nuestros corazones también están cerca de tantas personas que han sufrido este terrible terremoto. Rezamos por ellos y hacemos todo lo posible por ayudarles. Hay musulmanes, cristianos, nuestros hermanos y hermanas”.
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