El Papa a niños africanos: "Luchad por la paz, la humanidad en peligro"
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
Los sueños de los jóvenes contra el mal gobierno de los grandes, las ambiciones contra la corrupción, los talentos contra el terrorismo, el deseo de paz contra las guerras y los conflictos que ponen " nuestra humanidad en peligro ". No se desanimen, incluso cuando se sientan "impotentes", sigan siempre "los grandes sueños", dijo el Papa a un grupo de niños de todas las naciones de África, recibidos en el Vaticano en el Día de África, la conmemoración anual de la fundación de la Unión Africana, el 25 de mayo de 1963.
Ser "diferentes"
"Me alegro de veros", dijo Francisco a los chicos acompañados de padres y embajadores. "Sois el signo de esta rica diversidad cultural", añade, recordando cómo precisamente este día "representa el símbolo de la lucha de todo el continente por la liberación, el desarrollo y el progreso económico y social, así como por la valorización y la profundización del patrimonio cultural africano".
Os invito a tener la audacia de ser "diferentes", de dar testimonio de la belleza de la generosidad, del servicio, de la pureza, del valor, del perdón, de la lucha por la justicia y el bien común, del amor a los pobres, de la amistad social.
Vivir la paz a vuestro alrededor y en vuestro interior
Junto a esto, Francisco pone ante los ojos de los jóvenes africanos "uno de los grandes desafíos de la vida": la lucha por la paz. "Vosotros lo sabéis bien -dice-, estamos atravesando tiempos difíciles, con nuestra humanidad en peligro. No sólo Ucrania, en Europa, sino también todos los conflictos y divisiones fratricidas que asolan África, Asia y Oriente Medio desde hace años. "Estamos en grave peligro", advierte el Papa.
Por tanto, vivid la paz a vuestro alrededor y en vuestro interior. Sed embajadores de la paz, para que el mundo redescubra la belleza del amor, de la convivencia, de la fraternidad, de la solidaridad.
No desanimarse ante los desafíos
Recordando las palabras que ya había pronunciado en su viaje de enero y febrero pasados a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur, el Papa Francisco examina a continuación los "enormes desafíos" a los que se enfrenta la "querida" tierra africana". Los nombra uno a uno: "Terrorismo", "mala gobernanza", "corrupción", "desempleo juvenil masivo", "migraciones", "conflictos intercomunitarios", "crisis climática y alimentaria". Un contexto tan dramático que podría llevar a los jóvenes a sentirse "impotentes y desanimados" y a decirse a sí mismos que "el futuro es sombrío y sin perspectivas".
Pero vosotros sois jóvenes, lleváis dentro muchos talentos, cultiváis grandes ambiciones, tenéis grandes sueños: ¡seguid los grandes sueños!". Queridos amigos, esto es lo que me gustaría deciros a cada uno de vosotros: nunca renunciéis a vuestros sueños, nunca enterréis definitivamente una vocación, nunca os rindáis.
"Amigos" de los niños soldados y de las víctimas de la guerra
No rendirse nunca, insiste el Papa. "Una de las riquezas de África es la aguda inteligencia de sus jóvenes. Que vuestro empeño en los estudios contribuya al desarrollo humano e integral de la sociedad". Y denunciando el drama de los "niños soldados", así como de los "niños víctimas de todo tipo de conflictos", recomienda estar cerca de ellos porque "necesitan vuestra amistad", para que "no se sientan rechazados y estigmatizados".
Cerca de los ancianos
Por último, otra recomendación "muy importante", la habitual en cualquier diálogo con las nuevas generaciones: "Dejaos iluminar por los consejos y testimonios de los ancianos".
El diálogo con las raíces, con los ancianos, con los que vinieron antes que nosotros, nos permite avanzar.
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