Francisco en Marsella, Bruni: "Será un viaje por la paz y la acogida"
Federico Piana - Ciudad del Vaticano
Está el puerto, símbolo de su carácter cosmopolita. Está el Mediterráneo, que une pueblos, naciones y culturas y subraya su innata predisposición a la acogida. Y luego está Notre Dame de la Garde, la basílica dedicada a Nuestra Señora de la Guardia construida en una cima de más de 160 metros, un recordatorio de la fe y la tolerancia religiosa. Este es el retrato de Marsella, la ciudad francesa que visitará el Papa Francisco los días 22 y 23 de septiembre para clausurar la tercera edición de los "Encuentros mediterráneos".
La primera vez para un Papa
Esbozando la esencia del 44º viaje internacional del Papa, ha sido, esta mañana, Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Sede, en el habitual briefing con los periodistas. "Es la primera vez, al menos en los tiempos modernos, que un pontífice viaja a Marsella", dijo Bruni, quien destacó cómo la historia nos dice que la ciudad "se ha enriquecido a lo largo del tiempo con la presencia de diversas poblaciones. Su identidad es variada y sigue enriqueciéndose con la historia de Francia y las migraciones que la envuelven".
Caminos de paz e integración
No es casualidad, por tanto, que Marsella acoja esta edición de los "Encuentros Mediterráneos", a la que asisten obispos y líderes religiosos de todos los países ribereños del Mare Nostrum y en la que también participan 120 jóvenes y diversas organizaciones y asociaciones de la sociedad civil. El objetivo de las mesas redondas, encuentros de reflexión y oración, espectáculos artísticos y culturales fue explicado por el propio Francisco en el discurso post-Angelus del domingo 17 de septiembre: "Promover caminos de paz, colaboración e integración con particular atención al fenómeno migratorio". Todo se desarrolla en la estela de los dos encuentros anteriores, el de Bari en 2020 y el de Florencia en 2022.
Dialogar y compartir
"La dimensión ecuménica e interreligiosa estará presente ya desde el primer día de la visita del Papa, cuando habrá un momento de recogimiento común cerca del memorial dedicado a los marineros y migrantes perdidos en el mar", explicó Bruni. Además de la migración y la acogida de refugiados, hay un tema candente que no se puede ignorar y que podría protagonizar los discursos de Francisco: "Es el del medio ambiente", añadió el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, "ciertamente el Mediterráneo es un lugar donde se sienten con fuerza los cambios climáticos que se han producido en los últimos años".
Mensaje a Francia y a Europa
Matteo Bruni se detuvo después en un dato no secundario: el Papa, precisamente desde Marsella, podría "probablemente dirigir un pensamiento a toda Francia, refiriéndose también a la vida de sus numerosos santos". Palabras que podrían tener un eco particular para toda Europa". Marsella es la segunda ciudad francesa que recibe a Francisco para un evento internacional, después de Estrasburgo en 2014.
Guerras que no se olvidan
En el trasfondo de este viaje, sin embargo, sigue estando la guerra, no sólo la de Ucrania. 'Esto', dijo Bruni, 'crea dolor para el Papa y no se excluye una referencia en sus discursos'.
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