El Papa en el Ángelus: Dar el primer paso es la clave para cambiar el mundo
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente [… y] a tu prójimo como a ti mismo». El Papa Francisco reflexiona en el domingo de hoy sobre el mayor de los mandamientos que nos recuerda dos cosas. La primera que “el amor al Señor viene antes que nada” y esto quiere decirnos que “Dios siempre nos precede, nos anticipa con su infinita ternura, con su cercanía y con su misericordia, porque siempre está cerca, es tierno y misericordioso” ha dicho el Papa Francisco y aclara que “no se puede amar seriamente a los demás si no se tiene esta raíz, que es el amor de Dios”.
El segundo aspecto que se desprende del mandamiento del amor es que vincula el amor a Dios al amor al prójimo: “Significa que, amando a los hermanos, nosotros reflejamos, como espejos, el amor del Padre” dice el Papa. Es este el centro de la cuestión – puntualiza – “Reflejar el amor de Dios, amarle a Él, a quien no vemos, a través del hermano, a quien vemos”.
El amor es una gota que puede cambiar tantas cosas
Al final de su alocución, Francisco ha recordado cuando una periodista preguntó a santa Teresa de Calcuta si creía que estaba cambiando el mundo con lo que hacía, y ella le respondió: «¡Yo nunca pensé en cambiar el mundo! Solamente intenté ser una gota de agua limpia en la que pudiera brillar el amor de Dios».
Tras este ejemplo de la Santa de los pobres, el Papa da la clave para ser esa gota de agua limpia también nosotros: “¿Cómo se hace esto? Dando el primer paso, siempre. A veces no es fácil dar el primer paso, olvidarse de las cosas, pero dar el primer paso: hagámoslo. Esta es la gota: dar el primer paso”.
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