Ángelus: El Papa recuerda hoy que “la confianza libera y el miedo paraliza”
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
El Evangelio de Mateo en este XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario nos presenta a un señor que se va de viaje y confía a sus siervos sus talentos, es decir, sus bienes y los distribuye en base a las capacidades de cada uno. Al regreso les pide cuentas sobre lo que han hecho. Dos de ellos han redoblado lo que habían recibido y el señor les alaba, mientras que el tercero, por miedo, ha enterrado su talento y puede solo devolverlo, razón por la que recibe un severo reproche. Francisco asegura durante el Ángelus de hoy que, mirando a esta parábola, “podemos aprender dos modos diversos de acercarnos a Dios”.
Si no se confia en la bondad de Dios se corre el riesgo de "bloquearse"
El primer modo es el de aquel que entierra el talento recibido, que no sabe ver las riquezas que Dios le ha dado: él no se fía ni del señor ni de sí mismo. “Frente a él siente miedo. No ve el aprecio y la confianza que el señor deposita en él, sino el modo de actuar de un patrón que pretende más de lo que da, de un juez que proyecta la sombra de sus duros castigos sobre los fracasos de los demás”. Y esta – dice el Papa – es su imagen de Dios: “no es capaz de creer en su bondad, no es capaz de creer a la bondad del Señor hacia nosotros. Por eso se bloquea y no se deja implicar en la misión recibida”.
El Papa invita a confiar en Dios y arriesgar
El segundo modo se ve en los otros dos protagonistas, que corresponden la confianza de su señor confiando a su vez en él. “Invierten todo lo que han recibido, incluso si no saben al principio si todo irá bien: estudian, ven las posibilidades y prudencialmente buscan hacer lo mejor, aceptan el riesgo de jugársela. Se fían, estudian y se arriesgan. Así tienen el valor de actuar con libertad, de modo creativo, generando nueva riqueza” dice el Papa.
Hemos recibido talentos más valiosos que el dinero
Tras presentar la parábola del día, el Papa invita a reflexionar acerca de la disyuntiva que tenemos frente a Dios: miedo o confianza: “O tienes miedo delante del Señor o tienes confianza en el Señor”. Y recuerda que nosotros, como los protagonistas de la parábola, “todos nosotros hemos recibido unos talentos, más valiosos que el dinero. Pero mucho de cómo los invertimos depende de la confianza en el Señor, que nos libera el corazón, nos hace ser activos y creativos en el bien”.
Recordemos: el miedo paraliza, la confianza libera
Francisco lo deja claro: “la confianza libera, siempre; el miedo paraliza” y recuerda que esta frase también vale “para la educación de los hijos”.
Por último, lanza una pregunta para hacer reflexionar: “Como Iglesia: ¿cultivamos en nuestros ambientes un clima de confianza y estima mutua que nos ayude a avanzar juntos, que desbloquee a las personas y estimule la creatividad del amor en todos?” y destaca su deseo final: “Que la Virgen María nos ayude a vencer el miedo, nunca tengan miedo de Dios, temor si, miedo no, y a fiarnos de Dios”.
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