L'Osservatore di Strada se reúne con el Papa Francisco
Marina Tomarro - Ciudad del Vaticano
Fue un encuentro conmovedor y emotivo, de esos que se convierten en un bálsamo sobre las heridas de la vida y nunca se olvidan. Esta debe haber sido la sensación experimentada por los redactores de L'Osservatore di Strada', la revista mensual de L'Osservatore Romano, recibidos este viernes en audiencia privada por el Papa Francisco. Ellos son los últimos, personas en dificultad a las que a menudo se puede ver en los alrededores del pórtico de la Basílica de San Pedro y que por la noche, en los casos más afortunados, encuentran cobijo en los albergues, evitando así dormir a la intemperie con frío.
Un encuentro hecho de palabras y abrazos
"En esta audiencia especial con el Papa -comenta Piero Di Domenicantonio, coordinador de la revista- queríamos que estuvieran no sólo los amigos con los que formamos la redacción, sino también aquellos escritores, autores y artistas con los que tratamos de cultivar esta cultura del encuentro, tal y como nos invita a hacer el mismo Francisco. Grandes y pequeños talentos para dar sabor a este periódico. Y queríamos agradecer al Pontífice su aliento y cercanía a nuestra realidad". En la audiencia también estuvieron presentes el director de L'Osservatore Romano, Andrea Monda, y el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini. El Papa no pronunció ningún discurso, sino que prefirió saludar personalmente a todos los participantes en el encuentro. "Fue muy bonito, continuó Di Domenicantonio, todos pudimos acercarnos a él, saludarle y hablar con él unos minutos, pero sobre todo pudimos decirle que le queremos y que rezamos por él".
Una caricia para el Papa
Este encuentro será relatado en la edición de febrero de L'Osservatore di Strada, puesto que la de enero ya ha sido impresa. "Hemos entregado el primer ejemplar del nuevo año al Papa, que lo ha recibido con gran alegría", explica el coordinador, "se trata de un número especial en forma de calendario que hemos decidido titular "Nuestra caricia", porque en un mundo asfixiado por tanta rabia y miedo, las mismas personas que tendrían motivos para estar más enfadadas han querido en cambio lanzar un mensaje de esperanza y bondad, que está representado por la caricia que hemos intercambiado hoy con el Papa Francisco". A lo largo del año se contaron muchas historias, emotivas, a veces un poco tristes, algunas incluso con final feliz: "Como la de dos jóvenes recién casados, cuenta Di Domenicantonio, son americanos y llevaban años merodeando por la plaza de San Pedro. Mucha gente los conocía, él siempre llevaba un gran crucifijo en brazos como si fuera un niño. Tras muchos años en la calle, finalmente regresaron a Estados Unidos, donde se reunieron con su familia de origen, para empezar una nueva vida. Pero hay muchas historias, algunas aún no las hemos contado, muchos también me cuentan cómo la gente a veces les rechaza de mala manera y esto duele mucho, porque la pobreza da miedo".
Cita el 1º de enero en el Teatro de la Ópera
L'Osservatore di Strada se distribuye gratuitamente los domingos durante el Ángelus del Papa Francisco, pero con motivo de la festividad del 1º de enero, los amigos de la redacción también estarán presentes en el Teatro de la Ópera de Roma, donde por la tarde habrá un evento gratuito y abierto a todos. "También estaremos allí con algunos invitados de varias instalaciones de la capital para dar la bienvenida al público, explica Di Domenicantonio. Será una manera de empezar el año juntos en fraternidad, como nos enseña el Papa Francisco".
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