Un reclinatorio de madera de la barcaza Cutro donada al Papa
por Rosario Capomasi
Ha pasado un año desde aquella noche maldita de Cutro, cuando una embarcación que partía de Turquía con unos 200 inmigrantes a bordo se estrelló contra un banco de arena a cien metros de la playa del municipio calabrés. Murieron más de 90 personas, entre ellas 35 menores. Una tragedia que todavía hoy golpea las conciencias, las provoca, las sacude cada vez que se repiten estos terribles sucesos. "Que el Señor nos dé la fuerza de comprender y de llorar", dijo el Papa Francisco en el Ángelus del 5 de marzo de 2023. Y de las lágrimas nació una idea: transformar un trozo de esa barcaza, símbolo de la muerte, en una llamada a la esperanza.
La idea partió de Giuliano Crepaldi, presidente de la Asociación San Vincenzo de' Paoli - Consejo Central de Roma, que pensó en tallar un reclinatorio con la madera de la barca, donada esta mañana al Papa Francisco durante la audiencia en el Aula Polo VI. Entristecido por esta tragedia", dijo, "pensé en cómo ofrecer un signo de solidaridad y cercanía.El tema de los refugiados, después de todo, es una prioridad para mí porque trabajo en una organización que se ocupa de la acogida y la integración de quienes, huyendo de la guerra, la persecución y el hambre, se han visto obligados a abandonar su país de origen". Como Alireza, refugiado iraní y huésped de San Vincenzo de' Paoli, que creó la obra a partir de un dibujo del ingeniero Guglielmo Zamparelli, colaborador de la organización caritativa. "Dar forma al reclinatorio", explicó Alireza, "fue para mí un testimonio de amor, una forma de recordar a quienes pierden la vida en estas y otras terribles catástrofes".Los tres, acompañados por el redactor jefe de "L'Osservatore Romano", donaron este primer reclinatorio de Cutro al Pontífice con una promesa, que Francisco aceptó plenamente: la de donar a todas las diócesis italianas otros reclinatorios hechos con la madera de barcazas cargadas de emigrantes.
También el cardenal Zuppi y el arzobispo de Ferrara-Comacchio Giancarlo Perego, presidente de la Fundación Migrantes de la Conferencia Episcopal Italiana, presentes en la audiencia de la visita ad limina de los obispos de Emilia-Romaña, se han enterado con agrado del compromiso asumido por la Opera San Vincenzo. El de hoy es, por tanto, el primero de una larga serie de dones, la señal de que de una herida, de una llaga dramática, puede nacer una ocasión de oración, una luz de esperanza.Siempre que el hombre tenga el valor de ponerse de rodillas.
Otro homenaje de madera al Papa Francisco fue traído a la audiencia por don Sauro Profiri, párroco de San Martino in Apecchio, en la provincia de Pésaro: se trata de un báculo decorado totalmente a mano por niños ugandeses de Karamoja asistidos por la asociación sin ánimo de lucro Africa Mission -fundada hace 50 años por don Vittorio Pastori, conocido como "Don Vittorione"-, con la que el sacerdote colabora desde hace tiempo."Tres banderas -la ugandesa, la vaticana y la italiana- destacan en el artefacto, subrayando el vínculo que existe entre estos estados", subraya don Profiri.
"Somos un 'milagro' deportivo pero sobre todo social y queríamos contárselo al Papa Francisco porque todos, incluidos los musulmanes, sentimos su simpatía por las vicisitudes humanas de los migrantes y su 'grito' de justicia".Este es el vivo testimonio de los protagonistas del servicio de la cooperativa social 'Rinascita', llegados desde Copertino, en la zona de Lecce, precisamente para compartir con el Papa sus historias de inclusión y esperanza a través de 13 proyectos del 'Sistema de acogida e integración'.
En concreto, explican, "desde hace tres años, el fútbol se ha convertido en una oportunidad de acogida para migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, hasta el punto de que el equipo Rinascita Refugees juega ahora la fase B del campeonato de promoción y está a punto de disputar la final de la Copa de Italia de su categoría. Y en noviembre, en Roma, también ganó el torneo del proyecto inclusivo "Rete" para menores extranjeros no acompañados".
El equipo está formado por jóvenes de Senegal y Gambia sobre todo, pero también de Mali, Costa de Marfil y otros países africanos. "Diferentes culturas, religiones, etnias que se encuentran, se conocen, se hacen amigos", señalan el presidente Antonio Palma, el director deportivo Vincenzo Nobile y el entrenador Hassane Niang Baye, antiguo futbolista llegado de Senegal y ahora mediador cultural.
Por la tarde, el equipo Rinascita Refugees juega -en el campo de la Universidad "La Sapienza" de Tor di Quinto- un partido "fraterno" con el equipo "Fratelli tutti", organizado por el Dicasterio para la Cultura y la Educación, que encuentra sentido y motivación precisamente en el contenido de la "carta sobre la fraternidad y la amistad social" firmada por Francisco el 3 de octubre de 2020 -cuyo título también destaca en las camisetas-.
El equipo incluye empleados del Vaticano, sacerdotes de la Curia Romana, sacerdotes y seminaristas que estudian en los colegios y universidades pontificias.Además de numerosos peregrinos de las diócesis de Emilia-Romaña y San Marino-Montefeltro, venidos para la visita ad limina de sus obispos, y del obispo de Piacenza-Bobbio, Adriano Cevolottto, esta mañana han estado presentes el arzobispo emérito de Trento, Luigi Bressan, y el historiador Rolando Pizzini, para presentar al Papa un proyecto de investigación de 14 años que ha sacado a la luz la vida de un misionero trentino, Angelo Confalonieri, enviado a Australia en 1846.Primer sacerdote católico de la región, vivió con los nativos, tratando de comprender su cultura e iniciando un diálogo respetuoso en lo que hoy es la diócesis de Darwin.
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