Tierra Santa, el Papa abraza a los padres de dos niñas asesinadas en la guerra
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
Su historia, su sola presencia, uno al lado del otro, es un testimonio tangible de que no todo está perdido y de que hay una luz para vencer las "tinieblas" que se apoderan de esta hora del mundo. Bassam Aramin y Rami Elhanan, uno israelí y el otro árabe, son "dos personas, dos papás" unidos por el mayor dolor para un padre: perder a un hijo. Bassam vio morir a su hija Abir, de 10 años, por una bala de goma disparada por un soldado israelí; Rami perdió a su hija Smadar, de 13 años, en un atentado suicida palestino. Dos tragedias reflejadas, expresiones de la violencia que atenaza Tierra Santa; tras ellas, los dos hombres se encontraron y sembraron su dolor en la buena tierra de la esperanza para hacer crecer inmediatamente frutos de bien y de reconciliación a partir del mal.
El saludo del Papa
Hoy Bassam y Rami estuvieron presentes en el Aula Pablo VI en la audiencia general de los miércoles, sentados juntos y acompañados por el director de la Libreria Editrice Vaticana (LEV), Lorenzo Fazzini. Francisco los recibió por la mañana, antes de la audiencia, en la Auletta: un saludo, un abrazo, un intercambio de regalos. Luego volvió a saludarlos durante el besamanos, pero antes, al concluir la catequesis, quiso llamar la atención del mundo sobre su historia: "Hoy aquí, en esta audiencia, hay dos personas, dos padres. Son los primeros: uno israelí y otro árabe", dijo.
Ambos han perdido a sus hijas en esta guerra y ambos son amigos; no miran la enemistad de la guerra, sino que miran la amistad de dos hombres que se aman y que han pasado por la misma crucifixión.
"Gracias por su testimonio"
Bassam y Rami son hoy los rostros más conocidos del Parents Circle Families Forum, una organización de base de familias palestinas e israelíes que han perdido familiares en el conflicto de Tierra Santa y a las que mueve el deseo de una paz duradera. Su historia se relata íntegramente en el premiado libro del escritor irlandés Colum McCann, Apeirogon, que debe su nombre a un polígono con un número infinito de lados. Como infinitos son los matices de estos testimonios y el difícil contexto en el que han madurado. Francisco exhorta a los fieles a reflexionar sobre la historia de estos dos padres y a mirarla como un faro en estos tiempos heridos, al tiempo que expresa su personal gratitud.
Pensemos en este testimonio tan hermoso de estas dos personas que sufrieron en sus hijas la guerra en Tierra Santa. Queridos hermanos, gracias por su testimonio
Llamamiento por Ucrania y Oriente Medio
Las palabras del Papa, durante su saludo a los fieles de lengua árabe, incluyen también un recuerdo a las "víctimas inocentes de las guerras" y una oración para que "Cristo con su Resurrección conceda la paz y el consuelo". Un llamamiento que toma forma de súplica urgente en el saludo a los italianos: "¡Hermanos y hermanas, recemos por la paz!".
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