Francisco con la CEAMA y la REPAM: Nuevos caminos para la Iglesia
Johan Pacheco – Ciudad del Vaticano
“La Amazonía reconoce en el Papa Francisco como el 'abuelo'. Así le llaman el abuelo y, el abuelo para los pueblos originarios es la persona sabia, la persona que orienta, la persona que no tiene otro interés que el poder servir y alentar la vida”, señaló el cardenal Pedro Barreto -presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) en entrevista a Radio Vaticana - Vatican News luego del encuentro con el Santo Padre la mañana del 3 junio.
En el encuentro participaron conjuntamente los miembros de la CEAMA y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM). Explica el cardenal Barreto que son dos organismos, el primero es jurídico, y la red es territorial en la Amazonía.
“Hemos ofrecido al Papa los avances que hemos tenido en estos últimos años, después del Sínodo sobre la Amazonía que se celebró hace cinco años, en el 2019. Y hemos visto cómo la Conferencia Eclesial de la Amazonía es un fruto maduro de este proceso sinodal que se ha seguido en toda la Amazonía”, expresa el cardenal Barreto.
En el encuentro han podido manifestar al Papa la preocupación por el asesinato de los defensores ambientales, y la explotación de los recursos naturales: “la minería ilegal que hacen que la urgencia sea cada vez mayor por los efectos también del cambio climático”.
Comparte el presidente de la CEAMA que el Papa Francisco les “ha agradecido el trabajo que la Iglesia está realizando en todo el bioma amazónico y nos ha dicho que sigamos pues trabajando juntos, trabajando también porque la experiencia sinodal en la Amazonía es como una experiencia tipo de lo que puede ser la vida en la Iglesia Universal”.
“Estamos viviendo un kairos eclesial, un tiempo propicio para la renovación de la Iglesia en la Amazonía y desde la Amazonía también ofrecer a la Iglesia Universal un camino nuevo, como se pedía para el Sínodo Amazónico: Nuevos caminos para la Iglesia. Todos juntos, todos los bautizados y las bautizados somos parte del pueblo de Dios que peregrinamos en la historia con los consuelos y las caricias de Dios, pero también con las angustias y lágrimas de muchos hermanos y hermanas”, dice el Cardenal mirando el futuro el trabajo misionero y sinodal en la Amazonia.
Y también pensado en el Jubileo del 2025, señala el cardenal Pedro Barreto que “el Jubileo de la Esperanza está muy unido también a esta espiritualidad sinodal. Hay ya un comienzo de signos de entusiasmo y ese entusiasmo se transforma en una esperanza. Pero la esperanza se está poniendo en una acción, una acción conjunta”.
Este martes 4 de junio, en el Centro Sheikh Zayed en la sede de la FAO en Roma también se efectuará la presentación de las Actas de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica: “Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”. Y el viernes en la Pontificia Universidad Gregoriana se celebra un congreso sobre el camino sinodal de la Iglesia en la Amazonia, promovido por la REPAM y la CEAMA.
¿Cómo han vivido la audiencia con el Papa Francisco?
Hemos tenido un encuentro de la presidencia de la CEAMA con la compañía también de la presidencia de la Red Eclesial Panamazónica, son dos organismos, uno es jurídico la CEAMA, el otro es una red territorial en la Amazonía. Y hoy día hemos tenido esta alegría muy grande de encontrarnos con el Santo Padre, el Papa Francisco para agradecerle todo el apoyo que nos ha ido dando. Ha habido, representantes de los pueblos originarios que son, vicepresidentas de la REPAM y de la CEAMA, religiosos, religiosas, laicos, obispos. He llevado del saludo, pues de toda la Amazonía. El Papa nos ha animado, nos ha dado, pues mucho aliento para seguir caminando juntos en este proceso sinodal.
¿Y precisamente de este proceso sinodal cuales han sido los puntos importantes que han presentado al Papa y qué han sido frutos de los encuentros realizados allí con la CEAMA?
En primer lugar, hemos ofrecido al Papa los avances que hemos tenido en estos últimos años, después del Sínodo sobre la Amazonía que se celebró hace cinco años, en el 2019. Y hemos visto cómo la Conferencia Eclesial de la Amazonía es un fruto maduro de este proceso sinodal que se ha seguido en toda la Amazonía. La Amazonía son más de 7 millones de kilómetros cuadrados, 9 países, 105 conferencias episcopales [diócesis], es decir, estamos hablando de más de 130 obispos y, además estamos muy, muy preocupados por la situación yo diría de maltrato a los defensores ambientales, con algunos asesinatos, pero también, y de manera muy especial, con la explotación irracional de los recursos de la naturaleza, la deforestación, la minería ilegal que hacen que la urgencia sea cada vez mayor por los efectos también del cambio climático.
En cuanto a esta preocupación, con la persona, ciertamente también la de forestación, pero con ello, la minería ilegal, en la cual los mayores afectados son las personas, las comunidades. ¿Cuál es el trabajo que han realizado sobre este tema?
Desde la misión evangelizadora de la Iglesia el cuidado de la vida. El cuidado del entorno natural es parte, yo diría con natural de nuestra misión. Anunciar el evangelio de Jesucristo es anunciar también los derechos de las personas. Y también la calidad de vida que deben tener con el aire, el agua y el suelo, pero definitivamente la Iglesia en la Amazonía, a través de la Red Eclesial Panamazónica está muy atentos, son las raíces de lo que la Iglesia. Está realizando y que a través de la CEAMA que es la Conferencia Eclesial de la Amazonía, aprobada canónicamente, tiene ya una personería jurídica a nivel también legal ante los países. En ese sentido, estamos recogiendo estas propuestas que el documento final nos ha ofrecido del Sínodo sobre la Amazonía y estamos poniendo en práctica. Y éste es el informe que le hemos dado al Papa Francisco.
¿Y cuál ha sido el mensaje del Papa Francisco para animarlos?
Fundamentalmente, el Papa Francisco nos ha acogido, como siempre lo ha hecho, con mucho cariño, nos ha acogido a cada uno. Éramos trece personas en total y cada uno llevando pues un pequeño presente, una carta de la Amazonía que reconocen en el Papa Francisco como el 'abuelo'. Así le llaman el abuelo y, el abuelo para los pueblos originarios es la persona sabia, la persona que orienta, la persona que no tiene otro interés que el poder servir y alentar la vida. En segundo lugar, ha agradecido el trabajo que la Iglesia está realizando en todo el bioma amazónico y nos ha dicho que sigamos pues trabajando juntos, trabajando también porque la experiencia sinodal en la Amazonía es como una experiencia tipo de lo que puede ser la vida en la Iglesia Universal. Y esto ha salido con mucha fuerza en el Informe de Síntesis de la primera sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad, en que indica expresamente en ese informe en el número 1G que el fruto del proceso sinodal en la región amazónica es la creación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, la primera en la historia de la Iglesia, donde todos los bautizados y bautizadas, laicos, pueblos originarios, sacerdotes, religiosas y obispos compartimos la misma fe y la misma visión de anunciar a Jesucristo en el territorio amazónico.
Eminencia, durante estos días, además de la visita del Papa, ¿tienen una agenda de trabajo de actividades de presentación de este informe en otras instituciones?
Sí hemos aprovechado esta presencia aquí en Roma para estar en contacto con diversos dicasterios, el Dicasterio de Evangelización que preside el Papa Francisco y allí está el Cardenal Tagle, como también Monseñor Fisichella, que estaremos esta tarde a las tres y media también estaremos visitando el Dicasterio de Obispos, el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, el Dictaste de la Vida Consagrada, porque la gran mayoría de los agentes pastorales son religiosas, religiosos, fundamentalmente religiosas. Y así vamos a ir dando a estas visitas y terminaremos el viernes en la tarde con un evento muy importante de invitar a aquellas entidades de la Iglesia que son cooperado de este proceso sinodal porque estamos celebrando los 11 años del camino sinodal desde la Red Eclesial Panamazónica, los 5 años del Sínodo sobre la Amazonía y los 4 años de la creación de esta primera e inédita Conferencia Eclesial de la Amazonía.
Es un regalo para la Iglesia, para la Amazonía el acompañamiento de la Iglesia a estas personas y a todos los movimientos que allí viven. Cómo miran el futuro para la CEAMA, para la REPAM y para todas las instituciones que trabajan unidas. ¿Qué esperan para para el futuro?
En primer lugar, creo que siempre tenemos que ser agradecidos con tantos misioneros y misioneras que desde el siglo XVI han estado presentes en este bioma amazónico. Y esto tenemos que reconocer que nosotros estamos siendo herederos de una gran riqueza pastoral que han realizado. En segundo lugar, estamos viviendo un kairos eclesial, un tiempo propicio para la renovación de la Iglesia en la Amazonía y desde la Amazonía también ofrecer a la Iglesia Universal un camino nuevo, como se pedía para el Sínodo Amazónico: Nuevos caminos para la Iglesia. Todos juntos, todos los bautizados y las bautizados somos parte del pueblo de Dios que peregrinamos en la historia con los consuelos y las caricias de Dios, pero también con las angustias y lágrimas de muchos hermanos y hermanas. En este sentido yo auguro que sigamos caminando juntos y el Sínodo sobre la Sinodalidad no solamente va a recoger esta experiencia sinodal desde la Amazonía, sino que va a impulsar la participación de todos los bautizados y bautizadas en la misión de la Iglesia, en las familias, en la sociedad, en la política, en la economía y también, lógicamente, al interior de nuestra Iglesia.
En la presentación del informe sobre el sínodo nos anima como a la Iglesia en la Amazonía, a vivirlo, a caminar juntos y en ese caminar juntos, pero quisiéramos también preguntarles ¿cómo se preparan para vivir el Jubileo de la Esperanza?
Sí, el Jubileo de la Esperanza está muy unido también a esta espiritualidad sinodal. Hay ya un comienzo de signos de entusiasmo y ese entusiasmo se transforma en una esperanza. Pero la esperanza se está poniendo en una acción, una acción conjunta. Y esto es una pequeña plantita podríamos decir que se está surgiendo; entonces el Jubileo de la esperanza que el Papa Francisco ha convocado para el próximo año, ciertamente ya se está dando algunas señales. Yo estoy convencido que el año 2025 será para todos nosotros una experiencia maravillosa de recoger esta esperanza puesta en acción. Dios camina con nosotros, Dios no se equivoca al llamarnos y nos convoca, pues, a todos a caminar juntos, cuanto más juntos caminemos como hermanos como Fratelli tutti y nos lo dice: alabando a Dios, cuidando la naturaleza y sobre todo, viviendo esta alegría de un Dios con nosotros en la persona de Jesucristo con la especial intercesión de nuestra Madre la Virgen Santísima.
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