El Papa: Los cristianos de Oriente Medio deben ser testigos en medio de la guerra
Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano
"Rezar juntos", con un pensamiento a tantos hermanos y hermanas cristianos de Oriente Medio para que "den testimonio de Cristo en las tierras atormentadas por la guerra". Por lo tanto "caminar juntos" y "trabajar juntos" mirando el mismo objetivo que sus predecesores Juan Pablo II y Mar Dinkha IV cuando firmaron la Declaración Cristológica común en el 94: "Plena unidad". Es decir, la esperanza de alcanzar "el día bendito en el que podremos celebrar juntos en el mismo altar y comulgar del mismo Cuerpo y Sangre del Salvador".
El Papa Francisco recibe en el Vaticano a Mar Awa III, Patriarca católico de la Iglesia asiria de Oriente, con motivo de los treinta años de la firma del documento que confirmó "un paso fundamental en el camino hacia la plena comunión", pero sobre todo resolvió milenios de controversias entre la comunidad católica y la oriental. En la audiencia celebrada en el Palacio Apostólico - que conmemora también el 40º aniversario de la primera visita a Roma de un Patriarca asirio - están presentes los miembros de la Comisión mixta para el Diálogo Teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia asiria de Oriente, que inició sus trabajos en 1984, también por iniciativa de Wojtyla y Mar Dhinka, y que ahora ha iniciado una nueva fase de diálogo sobre la liturgia.
En el camino hacia la unidad plena
El Papa Francisco da la bienvenida a todos citando las palabras de Unitatis redintegratio, el decreto conciliar sobre el ecumenismo que celebra en noviembre su sexagésimo aniversario: "El Señor de los siglos en los últimos tiempos ha comenzado a derramar con mayor abundancia en los cristianos separados entre sí el sentimiento interior arrepentimiento y deseo de unión”. Luego, el Papa cita al "grande" y "bueno" Ioannis Zizioulas, teólogo ortodoxo, metropolitano mayor de Pérgamo, fallecido en 2023, que siempre ha sido definido como un "pionero del ecumenismo".
“Sé la fecha de la unión, lo sé”. ¿Cual? “El día después del juicio final”. Primero no habrá unión, pero mientras tanto debemos caminar juntos, orar juntos y trabajar juntos.
El fin de más de un milenio de controversias doctrinales
“Paso a paso, lentamente…”, repite el Pontífice, guiado siempre en este camino por el “deseo de unidad” que “es una gracia que ha inspirado el movimiento ecuménico desde sus orígenes y que debemos cultivar constantemente”. Un "deseo" antiguo y siempre nuevo, el de unidad, en el centro de la Declaración cristológica común entre las dos Iglesias que, recuerda Jorge Mario Bergoglio, "puso fin a 1.500 años de controversias doctrinales sobre el Concilio de Éfeso", reconociendo "la legitimidad y exactitud de las diversas expresiones de nuestra fe cristológica común".
Un diálogo humano total
La Declaración Cristológica Común dio lugar también a la creación de una Comisión Mixta para el diálogo teológico entre las dos Iglesias. Los resultados de su trabajo han sido "notables", subraya el Pontífice, recordando algunos acuerdos doctrinales y pastorales firmados en los últimos años. Por tanto, expresa su agradecimiento a todos los teólogos que integran la Comisión por su compromiso.
“El diálogo teológico es indispensable en nuestro camino hacia la unidad, ya que la unidad que anhelamos es la unidad en la fe, siempre que el diálogo de la verdad nunca esté separado del diálogo de la caridad y del diálogo de la vida, un diálogo humano, total”.
San Isaac de Nínive en el Martirologio Romano
“Esa unidad en la fe ya la han logrado los santos de nuestras Iglesias. Ellos son nuestros mejores guías en el camino hacia la plena comunión”, añade el Papa Francisco. Y, animado también por el reciente Sínodo sobre la sinodalidad, anuncia que el "gran Isaac de Nínive", uno de los padres más venerados de la tradición oriental-siria, reconocido como "maestro y santo de todas las tradiciones", será introducido en el Martirologio Romano.
La esperanza de la comunión Eucarística
El Papa pide la intercesión de San Isaac por los cristianos de todo Oriente Medio y para que "siga floreciendo la amistad entre nuestras Iglesias", hasta la comunión Eucarística
“Sigamos caminando juntos, orando juntos y trabajando juntos y avanzando en este camino hacia la unidad plena”.
Al final de la audiencia, el Papa invita a todos los presentes a rezar juntos el Padre Nuestro: "Cada uno debe rezarlo según su propia tradición y su propia lengua, a media voz".
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