El Papa en oración en Santa María la Mayor por su viaje a Ajaccio
Tiziana Campisi – Ciudad del Vaticano
Esta tarde, el Papa Francisco se dirigió a la Basílica de Santa María la Mayor para encomendar a la Virgen el 47º viaje apostólico que realizará mañana, 15 de diciembre en que viajará a Ajaccio, Córcega, para la conclusión del Congreso “La religiosidad popular en el Mediterráneo”. En efecto, como ya es costumbre, antes de emprender un viaje internacional, el Pontífice se recogió en oración frente al icono de la Salus Populi Romani, tal como informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
En la antigua basílica papal, donde a primeras horas de tarde se llevó a cabo la tercera edición del “Pesebre viviente de Roma”, en colaboración con la asociación "Terre di presepi" (“Tierras de los pesebres”) Francisco también se reunió con quienes realizaron el evento.
Un bello mensaje que nos enseña muchas cosas hermosas
Hablando espontáneamente el Papa dijo:
Los saludo con alegría en este tiempo de Navidad, porque la Navidad siempre nos trae alegría. La Navidad nos trae la ternura de un Niño. Lo estaba viendo allí… Un niño, qué ternura. Y esto nos trae esperanza. Nos trae el cuidado de una mamá, la Virgen, que nos acompaña toda la vida, nos trae el ejemplo de San José que siempre trabajó para llevar a la familia adelante.
Gracias por orar juntos y ahora los invito a rezar a la Virgen, todos juntos, para que nos ayude y nos bendiga en esta Navidad.
Después del Ave María, Francisco invitó a tres figurantes a estar junto a él mirando a la gente... “Jesús vino como un niño, tan inocente. Miremos a esta mujer, a este hombre que hacen la figura de la Sagrada Familia. Y pensando en la Sagrada Familia, les doy la bendición”, concluyó el Papa.
Cabe destacar que el pesebre viviente, con sus personajes típicos y una ambientación sugestiva, se ha representado en un recorrido itinerante, comenzando desde la iglesia del Perpetuo Socorro, en vía Merulana, que luego se extendió a la Plaza de Santa María la Mayor, vía del Esquilino, plaza del Esquilino y vía Liberiana. La última parada fue el área frente a la basílica liberiana, donde tuvo lugar la representación de la Natividad.
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