Inicia el Ramadán: mensaje del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
"Apreciamos la importancia del mes de Ramadán, así como el gran esfuerzo de los musulmanes de todo el mundo expresado en el ayuno, la oración y el compartir los dones del Omnipotente con los más pobres", con estas palabras inicia el mensaje del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, felicitando a la comunidad islámica, con motivo del inicio del noveno mes del calendario musulmán, conocido internacionalmente por ser el período en el que practican el ayuno diario desde el alba hasta la puesta del sol.
"Conscientes de los dones que brotan del Ramadán, nos unimos a ustedes agradeciendo a Dios misericordioso por su benevolencia y generosidad, compartiendo algunas reflexiones concernientes al aspecto vital de las relaciones entre cristianos y musulmanes: la necesidad de pasar de la competencia a la colaboración", continúa subrayando el escrito, firmado por el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente de este Dicasterio instituido para promover estudios adecuados y favorecer relaciones amistosas con los seguidores de las religiones no cristianas.
Fomentar el espíritu de colaboración
"En algunos casos, estos han llevado a enfrentamientos violentos, especialmente cuando la religión ha sido explotada, principalmente debido a intereses partidistas y motivos políticos".
Tales rivalidades interreligiosas han afectado negativamente a la imagen de las religiones y sus seguidores, alimentando así, "la idea de que no son fuentes de paz, sino, más bien, de la tensión y la violencia".
Testigos creíbles del amor del Todopoderoso
Esta es la ventaja, concluye el mensaje, especialmente para los más necesitados "ya que permite a todos ser testigos creíbles del amor del Todopoderoso por toda la humanidad".
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