Card. Zenari: Siria, una catástrofe humanitaria sin precedentes
Michele Raviart – Ciudad del Vaticano
Cuando piensa en Siria, son dos las imágenes en las que piensa el cardenal Zenari: una, - afirma - es "la Piedad de Miguel Ángel" y precisa que cada vez que entra en la Basílica de San Pedro se detiene ante la obra en la cual “ve a Siria, que tiene en los brazos a sus propios hijos”, miles de muertos y heridos. La otra imagen en la que el purpurado ve el dolor de este martirizado país es la de la parábola del buen samaritano, porque Siria – explica – ha sido asaltada por ladrones y dejada en el arcén de la calle.
Mujeres y niños solos
En estos siete años de guerra, relata el Nuncio Apostólico, los que más han pagado por este conflicto - nacido con las protestas de plazas - son las mujeres y los niños. En Alepo este, relata el card. Zenari, durante el encuentro organizado por el Centro Astalli en ocasión de la Jornada del Refugiado, que se celebra este 20 de junio, hay entre dos mil y seis mil niños que viven en la calle sin nadie y sucede que mueren de hambre y de frío. Las mujeres, en cambio, deben mantener incluso nueve hijos, porque los maridos o han muerto en guerra o han desaparecido.
12 millones sueñan con volver a su hogar
Un cuarto de los refugiados en el mundo son sirios. En todo, 12 millones de personas han dejado el país o han sido evacuadas. Su sueño, agrega el card. Zenari, es poder volver a casa, “a su hogar”.
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