Es importante reflexionar sobre nuestra misión como cristianos
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
En plena Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias, el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Cardinal Fernando Filoni, celebra una misa en el altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana y reflexiona en su homilía sobre la misión cristiana.
Coincidiendo con la memoria litúrgica de Justino mártir, el Prefecto expuso el Evangelio del día, el cual – aseguró - invita “a reflexionar sobre la relación entre la fe en Dios, la oración, la misión en nuestra vida de cristianos y en nuestro camino hacia el Mes Misionario Extraordinario” convocado por el Papa para el próximo mes de octubre.
Comentando el Evangelio del día según San Marcos, el Cardinal Fernando Filoni asegura que Jesús nos lleva con Él a Betania, aldea cercana a Jerusalén, donde nos hace encontrar a sus amigos: Lázaro, Marta y María, y su casa “es lugar de intimidad, amistad y participación de las alegrías y de los dolores de la vida cotidiana” explica el Prefecto.
El templo de Jesús tiene las puertas abiertas para todos
Después – continúa – Jesús regresó a Jerusalén y volvió al Templo. Allí vio que ese lugar de oración era profanado, y se dejó llevar por un gesto de profundo celo, expulsando a mercaderes y vendedores, y haciendo suyas las palabras del profeta Isaías (5,67): "Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos". Es precisamente sobre esta expresión donde el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos señala 3 puntos importantes.
El primero es que Jesús habla de una “casa” que le pertenece: él no dice "casa", sino "mi" casa. El segundo es que Jesús usa el verbo “ser” en futuro: “mi casa será llamada” por lo tanto, él piensa en otro Templo como su "hogar". El templo espiritual, es decir, construido por el Espíritu Santo. Y el tercer punto es la universalidad o catolicidad que está implícita en la frase, pues la suya es una casa que es un lugar de oración, abierta a todas las naciones y a todos aquellos que sientan la necesidad de Dios.
No proclamar a Cristo nos convierte en estériles
Continuando con el Evangelio, el Cardinal Filoni narra cuando Jesús ve en el camino una higuera sin frutos. “Un episodio ejemplar – puntualiza el cardenal – que nos muestra el juicio duro sobre la infertilidad y nos ofrece la clave para comprender la misión de los Doce y por supuesto, la nuestra: llamados por el bautismo para proclamar y testificar a Cristo, si no lo hacemos, somos estériles, a pesar de la apariencia, y nuestra vida es inútil”.
Y en este aspecto, el cardenal señala que para no volver inútil nuestra misión, debemos tener en cuenta las recomendaciones de Jesús: “nunca dudar en el corazón de él”, “de la eficacia de su vínculo con él y de su amor”. Pide en la oración con confianza - recomienda el Señor – “si tienes algo en contra de alguien, perdona, porque incluso tu Padre que está en el cielo te perdona tus fallos".
Testimonio misionero de San Pedro y San Justino
Antes de concluir, Filoni recordó el testimonio misionero de San Pedro y San Justino, para expresar que incluso hoy, en tantas partes de mundo, “la proclamación del Evangelio implica valentía, silencio sufriente, persecuciones, discriminaciones, burla e incluso martirio”.
Ellos son para nosotros “maestros de espíritu misionero, de coraje y de fidelidad para ser constructores de esa "casa" espiritual para todos los pueblos, "templo de Dios" en un mundo que lo ignora o lo margina, "lugar" de encuentro con Cristo donde él nos permite superar la esterilidad de la pereza y la materialidad y en la cual la oración sin duda nos lleva al perdón para nosotros y para los demás”.
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