Sínodo jóvenes. Mons. Scicluna sobre abusos: es esencial buscar la verdad
Barbara Castelli – Città del Vaticano
“Sin justicia no se puede vivir”, por ello en el caso de los abusos “buscar la verdad es esencial”. Así lo expresó el padre sinodal elegido por la Conferencia Episcopal de Malta, Mons. Charles J. Scicluna, durante la sesión informativa de hoy en la Sala de Prensa del Vaticano sobre los trabajos de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, sobre el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Respondiendo a las preguntas, el arzobispo de Malta manifestó a los periodistas que este escándalo, que también aparece en el “Instrumentum laboris en el apartado 66”, es una fuente de “vergüenza”, sobre todo porque “la mayoría de las víctimas son jóvenes, con heridas infligidas precisamente por quien debería haberlas curado”, lo que exige elevar el “umbral de responsabilidad”.
Sed de justicia y de verdad
El Arzobispo Charles J. Scicluna refirió que “la justicia no debe tomar una cantidad de tiempo exagerada” y que el Papa Francisco también sufre a causa de esta lentitud, aunque es consciente de los tiempos de la “jurisdicción civil”. El prelado insistió entonces en que “todos necesitamos misericordia”, pero que “la misericordia está vacía si no respeta la verdad y la justicia”. Pensando en el encuentro convocado en el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019, para discutir la protección de los menores y la prevención de los abusos, añadió que es importante ir a la “raíz” del problema, recordando que “el ministerio debe ser un servicio y no un abuso de poder”. Finalmente, el Arzobispo de Malta también quiso recordar a los muchos sacerdotes “santos” que trabajan y “confían en el Señor”. “La santidad -concluyó- es el encuentro entre la debilidad del hombre y la misericordia de Dios”.
Los jóvenes y la búsqueda de la felicidad
En el mismo briefing, el Padre sinodal elegido por la Conferencia Episcopal francesa, Mons. Emmanuel Gobilliard, obispo titular de Carpentras, auxiliar de Lyon, recordó también los otros temas que han surgido hasta ahora durante el encuentro: la solidaridad entre las generaciones, la contribución de las mujeres a la misión de la Iglesia, la cuestión de las migraciones y la de la sexualidad, así como auella de la santidad. “Cada joven está llamado a la felicidad, a la santidad, al encuentro con Cristo”, dijo, recordando también las recomendaciones del Papa Francisco a los obispos. “El ser humano”, pues, “debe ser acogido en su complejidad y no confinado a una simple identidad”, debe “ser sustantivo y no adjetivo”.
Una respuesta también para los jóvenes “nacidos líquidos”
En la Oficina de Prensa del Vaticano también estuvo presente Thomas Leoncini, auditor, escritor, estudioso de los modelos psicológicos y sociales, en Italia. El joven de 33 años de edad expresó su satisfacción por esta asamblea, que manifiesta la voluntad de la Iglesia de ponerse a la escucha, no limitándose a una “simple conciencia”, sino buscando “respuestas radicales”. Un Sínodo, añadió, que se dirige no sólo a los jóvenes católicos, sino también a los “ateos, agnósticos”, a todos los jóvenes “que buscan esperanza y futuro” en estas sociedades “líquidas”.
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