#Synod2018, Corina Mortola: “Sínodo, esperanza para jóvenes creyentes y no creyentes”
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“La participación en el Sínodo es una experiencia única, el hecho de que los jóvenes podamos participar junto con los Obispos y Cardenales, que podamos ayudarlos en la toma de decisiones de todo lo que está sucediendo en el Aula del Sínodo, nuestras voces han sido escuchadas, nuestras historias y testimonios y eso enriquece a la Iglesia y al mundo”, lo dijo Corina Mortola Rodríguez, Docente de canto para teatro musical, de Guadalajara, México, quien participa como Auditora en la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, dedicado al tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
La participación de los jóvenes en el Sínodo
La Auditora mexicana también dijo que, la participación de los Jóvenes en la Asamblea Sinodal es significativa, ya que se tiene en cuenta las cosas que viven los jóvenes del mundo y se comparte la experiencia desde los jóvenes y desde lo que les pasa a los jóvenes, para luego pasar a esa capacidad de poder trabajar en conjunto con los Padres Sinodales, esto es una gracia, el poder trabajar en equipo. “El poder interactuar con ellos es algo muy enriquecedor, además podemos colaborar en su labor pastoral, no sólo en México, sino también en América Latina y el mundo”.
El encuentro con el Papa
Este fin de semana hemos podido encontrar al Papa Francisco y a los Padres Sinodales, afirmó Corina Mortola, “fue algo muy fuerte por los testimonios que se presentaron, ya que son dificultades que también pasan en mi país, entonces veía como estas problemáticas nos suceden a todos los jóvenes, no porque seas de occidente o de oriente no estas afectado por esta problemática. Creo que esto – agregó la Auditora mexicana – también abrió el panorama de nuestros Obispos de ver realidades que a lo mejor sabían que existían pero no les habían puesto cara. “Mi ilusión – concluyó Corina Mortola refiriéndose a los frutos del Sínodo – es que conjuntamente podamos llegar a fines concretos que puedan beneficiar a los jóvenes en este mundo digital y ante esta cultura del descarte, que podamos gritar nuestra libertad y con todo nuestro corazón manifestar el amor que sentimos por Dios y por nuestro prójimo”.
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