La parroquia Santa Ana del Vaticano cumple 90 años de historia
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
El Papa expresa su deseo de que el nonagésimo aniversario de la fundación de la parroquia de Santa Ana en el Vaticano "despierte un compromiso renovado con el testimonio evangélico". En un breve mensaje dirigido al sacerdote de la parroquia, el padre Bruno Silvestrini, el Pontífice también dirige sus pensamientos a los religiosos agustinos encargados del cuidado de la parroquia, invocando "en cada uno de ellos la abundancia de los dones del Espíritu" a quienes además imparte su Bendición Apostólica.
La única parroquia del Vaticano, la parroquia del Papa
Santa Ana es la única parroquia de la Santa Sede y es popularmente conocida como la "Parroquia Frontera", ya que está situada en una de las entradas vehiculares que llevan de Roma al interior del Vaticano y es custodiada por el Cuerpo de la Guardia Suiza. También es conocida como la parroquia del Papa porque es la única parroquia con actividades pastorales en el Estado de la Ciudad del Vaticano.
Un tiempo fue Sede de la Cofradía de los Palafreneros
La Iglesia fue fundada en 1378 por los Palafreneros, quienes se encargaban de algunas labores en la corte y de servir al Santo Padre. Su construcción se inició en 1565 bajo el proyecto del arquitecto Giacomo Barozzi, y se inauguró en 1583 como sede de la Cofradía de los Palafreneros pontificios.
Fue instituida como Parroquia Pontificia por Pío XI
En 1930, el Papa Pío XI la instituye como Parroquia Pontificia a través de la Constitución Apostólica Ex Pactos Lateranenses: "Ecclesiam S. Annae in paroeciam Vaticanae Civitatis erigimus; ac praeterea mandamus ut templum ipsum baptismatis source instruatur, ibique paroeciales omnes perfunctiones, funebribus non exceptis, posthac celebrentur "(En el Estado del Vaticano erigimos como parroquia la iglesia de Santa Ana; y además, otorgamos el mandato de que el mismo templo esté dotado de una fuente bautismal, y que en ese lugar se celebran a partir de ahora todas las celebraciones propias de una parroquia, sin excluir los ritos funerarios). Además, confía su cuidado pastoral a los religiosos agustinos y el 7 de agosto del mismo año fue nombrado su primer párroco, Agostino Ruelli.
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