Fe y Alegría. La mística de la inclusión para que haya mejor futuro
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
El proyecto nace de las experiencias de Fe en Jesús de Nazaret y de su invitación a construir el Reino de Dios y su Justicia, especialmente en las realidades de pobreza y exclusión, respetando y dialogando con otras expresiones religiosas y culturales. Estas experiencias de Fe conducen, además, a creer en la capacidad de todas las personas, sin discriminación alguna, para transformar la realidad y construir un mundo mejor.
Un servicio mundial
Fe y Alegría es un movimiento que cree en las personas y en su dignidad. Por eso está comprometido con la defensa de los derechos humanos y con la transformación de la sociedad.
El P. Marco Gómez SJ., Secretario Ejecutivo de Fe y Alegría Internacional, afirmó: “El movimiento está presente en 22 países, en América Latina, África y Asia. Es un movimiento inclusivo que educa a más de millón y medio de estudiantes y cuenta con la colaboración de más de 40,000 docentes y más de 170 congregaciones religiosas que aportan desde su carisma a esta obra.
Es animada por la Compañía de Jesús y nació en Venezuela, con el Padre José María Vélaz SJ., con Abraham Reyes y su esposa Patricia. Esta pareja regaló su casa para que naciera la primera escuela en Caracas. Somos un movimiento que educa, incluye y que trata de animar a los jóvenes a ser protagonistas y que nos ayuden a nosotros los adultos a cuidar de esta tierra, de esta casa común”.
Redes y diálogo. Importancia de un trabajo conjunto
El P. Carlos Fritzen SJ. Coordinador General de Fe y Alegría Internacional, afirmó que el encuentro de la Federación que se realiza en Roma, “busca clarificar formas de trabajar más conjuntamente entre las redes de educación y las instancias de conferencias y provincias de los varios continentes donde está Fe y Alegría”.
También insistió que quieren encontrarse para crear un marco más institucional que se construya como compromiso, dialogando con los gobiernos provinciales y que podría resultar en una política para definir juntos cómo queremos realizar la misión de fe y alegría en nuevas fronteras.
En el encuentro con el Papa, le presentamos los retos que tiene el movimiento. “Nos sentimos escuchados, interactuamos en este diálogo y nos sentimos confirmados que hay que seguir en esta ruta”. “Estamos confirmados en el reto de seguir pensándonos en las fronteras más distantes en donde está la gente menos atendida… Sentimos que el Papa nos da el espaldarazo para seguir adelante”.
Relanzados en el desafío de educar en un mundo global
La Hermana María Luisa Berzosa de Fe y Alegría – Entreculturas, expresó que “se han reunido con la secretaria ejecutiva de la Unión de Superioras mayores y con las congregaciones religiosas que trabajan en América Latina. Los diálogos han sido muy fructíferos. Las superioras hay mucha apertura y deseos de colaboración. Hay deseos de sumarnos a esa red de colaboración”.
Sobre el encuentro con el Papa, compartió que se realizó en un ambiente de cercanía y confianza. “Él nos ha relanzado en el desafío de educar en este mundo global, de ser firmes, de permanecer en la mística y la intuición que acompaña al Movimiento. Incluir a los jóvenes que se ocupan de tantas cosas de la casa común, del planeta. Nos vamos confirmados y renovados de este camino que tiene una dimensión global, pero también sus realizaciones locales.
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