Mons. Peña Parra: Polonia y Santa Sede unidas para el bien común

Ciudad del Vaticano

El Subsecretario de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, Mons. Edgar Peña Parra, se encuentra en Polonia con ocasión del centenario del inicio de las relaciones diplomáticas entre el país y la Santa Sede. Esta mañana se ha inaugurado una estatua, en la Nunciatura Apostólica de Varsovia, de Achille Ratti, primer Nuncio Apostólico en la Segunda República Polaca.

Polonia: patria fundada en el amor y valores

"Revivir la memoria tanto de la persona del gran diplomático, futuro Papa Pío XI, como de la fecha tan significativa en la historia de las relaciones entre la Santa Sede y Polonia": estas son las palabras de Mons. Edgar Peña Parra durante la inauguración en la que recordó el momento particular del nombramiento de Ratti por el Papa Benedicto XV en 1918, al final de la Primera Guerra Mundial.

Un escenario en el que percibía "la gran sed de libertad y el compromiso del pueblo polaco, fundado en el amor a la patria y en los valores espirituales transmitidos de generación en generación junto con la tradición religiosa cristiana". Fue él quien aceleró el proceso de reconocimiento formal de la Segunda República Polaca por la Santa Sede.

Pío XI y su amistad con el pueblo polaco

"La amistad con el pueblo polaco y el respeto a sus valores espirituales - dijo Mons. Peña Parra - lo trajo en su corazón incluso cuando se convirtió en Papa, para darle expresión decorando la capilla del palacio de Castel Gandolfo con dos frescos de Jan Rosen, pintor polaco de origen judío, representando la defensa de Jasna Góra y el Milagro del Vístula.

Finalmente, Mons. Peña Parra expresó la esperanza de que "el ejemplo de Achille Ratti sea una inspiración constante para nuestras relaciones presentes y futuras, para que una sólida amistad pueda unirnos siempre, comprometidos con la promoción del bien común y con la transmisión de la fe, el amor y la esperanza a las generaciones futuras".

Faros de luz de la historia

Asimismo, durante la visita se inauguró el mosaico de la Capilla de la Nunciatura Apostólica titulado: "Crucifixión y gloria de los santos". "Vemos aquí -dijo el Obispo Peña Parra-, junto con la Virgen, a los santos confesores y mártires que nacieron en esta tierra polaca y la hicieron fecunda con su sangre y con obras de alabanza a Dios y de caridad para con los hombres. Son los faros de luz de la historia de este pueblo, desde el principio ligados a la historia de la Iglesia fundada sobre Pedro. Testigos del "más profundo sentido del servicio diplomático de los representantes de la Santa Sede en un país cristiano: dar testimonio de Cristo con compromiso y santidad".