Ruffini a la Unión Africana de Prensa Católica: periodistas promuevan la paz

Ciudad del Vaticano

Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, ha enviado un mensaje con motivo del curso de formación organizado por la Unión Africana de la Prensa Católica, en colaboración con la Asociación de Periodistas y Comunicadores Católicos de Costa de Marfil; en el que expresa su apoyo y satisfacción ante esta iniciativa.

El encuentro se desarrolla del 8 al 16 de agosto en Abiyán, sobre el tema "Procesos electorales en África: papel y responsabilidad de los medios de comunicación en la prevención de la paz social", y está presidido por Mons. Raymond Ahoua, obispo de Grand-Bassam (Costa de Marfil) y jefe de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales.

Es urgente promover un periodismo de Paz

En la carta, fechada el 9 de agosto, el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede recuerda algunas palabras del Papa Francisco, contenidas en el mensaje para la 52ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Es urgente, en efecto, "promover un periodismo de paz", "no un buenismo que niegue la existencia de problemas graves y adopte un tono suave", más bien un periodismo "que rechace las falsedades, eslóganes y declaraciones sensacionalistas".

Un periodismo de esperanza

La esperanza, por tanto, es que poco a poco se vaya difundiendo un periodismo "que no queme la noticia, sino que se dedique a la búsqueda de las verdaderas causas de los conflictos, a favorecer la comprensión desde las raíces y la superación a través del inicio de procesos virtuosos".

Una oración por la verdad

Esperando el "pleno éxito" de los talleres del curso de formación, finalmente Paolo Ruffini invita a todos a acompañar las reflexiones con una oración compuesta por el Pontífice para los periodistas.

«Señor, haznos instrumentos de tu paz. Haznos reconocer el mal que se insinúa en una comunicación que no crea comunión.

Haznos capaces de quitar el veneno de nuestros juicios. Ayúdanos a hablar de los otros como de hermanos y hermanas. Tú eres fiel y digno de confianza; haz que nuestras palabras sean semillas de bien para el mundo:

donde hay ruido, haz que practiquemos la escucha; donde hay confusión, haz que inspiremos armonía; donde hay ambigüedad, haz que llevemos claridad; donde hay exclusión, haz que llevemos el compartir; donde hay sensacionalismo, haz que usemos la sobriedad; donde hay superficialidad, haz que planteemos interrogantes verdaderos; donde hay prejuicio, haz que suscitemos confianza; donde hay agresividad, haz que llevemos respeto;
donde hay falsedad, haz que llevemos verdad. Amén».