Parolin: “Reflexiones a gran altitud, elevarse y salvaguardar la creación”
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Las Reflexiones a gran altitud podrán ayudar al lector a elevarse, provocándolo incluso a comprender que su tarea es salvaguardar la creación, que no es simplemente algo externo a la vida, sino, en cierto modo, la representación de nuestro mundo interior, con su belleza para cultivar y preservar y sus opacidades para prevenir y contrarrestar”, lo dijo el Cardenal Secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin durante su intervención en la Pontificia Universidad Lateranense, este 18 de septiembre, en ocasión de la presentación del libro “Riflessioni d’alta quota”, de Monseñor Leonardo Sapienza.
“Hacia arriba, hacia la cima, hacia lo alto”
En su intervención, el Cardenal Parolin hizo mención de las bellas fotografías y palabras que el texto presenta y que invitan al lector a impulsarse “hacia lo alto”. Retomando esta frase, el Secretario de Estado recordó que, esta expresión era el lema preferido del Beato Piergiorgio Frassati, quien amaba caminar en grupo por las montañas compartiendo la belleza de la naturaleza; también esta frase era utilizada por San Juan Pablo II cuando decía que, “mirando las cimas de las montañas se tiene la impresión que la tierra se proyecta hacia lo alto, casi como si quisiera tocar el cielo”; así como también el Papa Benedicto XVI decía que, “en contacto con la naturaleza, la persona encuentra su justa dimensión, se descubre creatura, capaz de Dios porque interiormente está abierta al infinito”.
La montaña, una parábola de la vida
En este sentido, el Cardenal Pietro Parolin afirmó que, “la montaña puede representar la parábola de la vida, que tiende hacia el infinito”. Es por ello, señaló el Secretario de Estado, que la persona puede alcanzar la cima solo a través de sacrificios y al mismo tiempo puede ver de un modo nuevo el camino recorrido, con una nueva perspectiva. “Así es la vida – precisó el Cardenal Parolin – solo custodiando una perspectiva alta se puede dar un sentido unitario a las fatigas que el camino de cada día necesita: solo a través de los sacrificios, la fuerza de voluntad en el proseguir juntos, el aliento recíproco y la paciencia cotidiana de acercarse al cielo, se llega, paso tras paso, a tocar con la mano el infinito para el cual hemos sido creados”.
Dios se revela en la montaña
Asimismo, el Cardenal Parolin recordó que, en los momentos más sobre salientes de la historia de la salvación Dios se revela en la montaña: el Sinaí, el Carmelo, las Bienaventuranzas, el Tabor, el Calvario, etc. “Por ello – subrayó el Purpurado – Dios para revelarse dio cita a la humanidad en lo alto. Allí donde se separa del vivir ‘terreno horizontal’, allí donde el hombre encuentra las bases de una vida de verdad estable, fundada en el cielo más que en la tierra, enraizadas en las cosas de lo alto que en las de aquí abajo, más en la sed de infinito a la cual aspiramos que en las cosas finitas por la cual nos afanamos”.
Encontrar el camino de regreso a la creación
Finalmente, el Cardenal Pietro Parolin citando una frase que el Papa Francisco utiliza cuando reflexiona sobre las causas de los desequilibrios climáticos dijo que, “Dios perdona siempre, el hombre a veces, la naturaleza no perdona jamás”. “Creo entonces – concluyó el Secretario de Estado – que las páginas de este volumen que presentamos hoy, son ideas para ayudarnos a encontrar el camino de regreso a la creación”.
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