Auza en la ONU: los refugiados palestinos han estado esperando la paz durante 70 años
Roberta Gisotti – Ciudad del Vaticano
Han pasado 70 años desde el nacimiento de UNRWA, la Agencia de la ONU establecida después del conflicto árabe-israelí de 1948, para ofrecer ayuda, desarrollo, educación, atención médica, servicios sociales y ayuda de emergencia a los refugiados palestinos que viven en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y la Franja de Gaza, siendo hoy en día más de cinco millones, de los cuales un tercio vive en 58 campos de refugiados en la región.
El arzobispo Bernardito Auza, observador permanente de la Santa Sede, en las Naciones Unidas en Nueva York, habló el día de ayer en el Palacio de Cristal, durante el proceso de la 74 Asamblea General de la ONU. Denunció que este aniversario revela como "la situación de los refugiados palestinos ha durado demasiado".
La amenaza de recortes financieros para la UNRWA
En esta ocasión, el representante de la Santa Sede destacó "la persistente situación financiera precaria del UNRWA", "amenazada por recortes y deficiencias en los estados donantes".
El obispo advirtió que "deberíamos evitar la politización de la ayuda humanitaria, rompiendo con el compromiso de este organismo de apoyar a estas víctimas sufrientes de guerra". Luego explicó que "las reducciones en el año fiscal actual han afectado en gran medida a los más vulnerables: las familias sin hogar de la guerra de 2014 en Siria, personas con discapacidad, jornaleros, aquellos que necesitan asistencia alimentaria, los estudiantes que esperaban comenzar sus estudios este año y otros cuyos estudios fueron interrumpidos debido a los recientes enfrentamientos”. Después, Mons. Auza elogió el trabajo realizado hasta ahora por UNRWA, su personal y sus administradores.
El intento de descargar los cargos en los países anfitriones
Auza recordó que otra amenaza que se cierne sobre la vida de UNRWA es el intento para redefinir el campo de acción de la agencia hacia los sobrevivientes palestinos de la generación de 1948 y confiar a los otros refugiados a los diversos países de asilo. Pero esta redefinición, advierte con preocupación el observador de la Santa Sede, “privaría a la gran mayoría de los refugiados palestinos de la asistencia del UNRWA, lo que empeoraría significativamente su situación y supondría una carga insoportable para los países de acogida en un momento en que las tensiones han aumentado”.
La ciudadanía es un derecho humano
"Ninguna persona debería ser apátrida", "ya que la ciudadanía es la primera línea de defensa de los derechos humanos", dijo Mons. Auza, argumentando que "en ausencia de un acuerdo de paz permanente, que garantice y defienda los derechos de los refugiados palestinos, UNRWA merece el pleno apoyo de los Estados miembros. Recomendó que es de suma importancia que los refugiados palestinos puedan confiar en la inquebrantable solidaridad de la comunidad internacional.
La esperanza de una paz justa y duradera
El prelado concluyó diciendo que "la Santa Sede continúa esperando que, tarde o temprano, se pueda alcanzar una solución justa y duradera a la situación de los refugiados palestinos, mediante la reanudación de las negociaciones sobre el estatus definitivo entre las partes interesadas, a fin de llegar a una solución de los dos Estados, con Israel y un Estado palestino, viviendo juntos en paz y seguridad dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas ".
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