Presentado a los embajadores el lanzamiento del Pacto Educativo Global
Marco Guerra - Ciudad del Vaticano
Construir una alianza entre la escuela, la familia y las mejores energías de la sociedad para poner en el centro el desarrollo integral de la persona y el cuidado de la Casa Común. Este es el objetivo del gran acontecimiento mundial que se celebrará en el Vaticano el 14 de mayo de 2020 y que tendrá como tema "Reconstruir el Pacto Mundial para la Educación". La iniciativa, lanzada por el Papa Francisco en un Mensaje publicado el pasado 12 de septiembre, también recuerda el Documento sobre la Fraternidad Humana que el Pontífice firmó con el Gran Imán de Al-Azhar en Abu Dhabi el 4 de febrero de 2019.
El interés de la comunidad internacional
En menos de tres meses, el lanzamiento del evento ha despertado gran interés en la comunidad internacional y en muchas organizaciones públicas y privadas que quieren ponerse al servicio de lo que Francisco ha llamado "el camino común de la aldea de la educación". Por esta razón, el Arzobispo Vincenzo Zani, Secretario de la Congregación para la Educación Católica, presentó esta mañana en Roma a todos los embajadores ante la Santa Sede el Mensaje del Papa para el lanzamiento del Pacto Educativo. Con los representantes de los diplomáticos, Monseñor Zani también trazó un camino de preparación y acercamiento al gran acontecimiento de mayo. Vatican News lo entrevistó para profundizar en los temas centrales del encuentro de hoy:
R. - Hay un gran interés en todo el mundo y por eso, junto con la Secretaría de Estado, pensamos en convocar a todos e ilustrar el significado de este gran evento que tiene dos elementos característicos. El primero es que este acontecimiento se inserta en el camino trazado por el Concilio hasta la fecha en materia de educación, y que luego ve en el Papa Francisco el Pontífice que subraya, quizás más que todos los demás, el aspecto de la educación como un instrumento importante para formar a las generaciones futuras, haciendo hincapié precisamente en el concepto de "pacto educativo": crear sinergias entre todas las personas que trabajan en los diferentes campos de la vida social, civil y política, económica, con el fin de invertir la mejor energía en el apoyo a las generaciones futuras. La segunda razón por la que el Papa decidió tomar esta iniciativa es porque recibió tantas peticiones: no sólo de expresiones cristianas, católicas, sino también no cristianas y no católicas, que pidieron al Santo Padre que promoviera un momento oficial para llamar la atención sobre este tema. En este sentido, el Papa, en su mensaje antes de hablar de la centralidad de la persona, introduce también otro concepto: cuando al recordar una frase africana que dice que para educar a un niño se necesita todo un pueblo, subraya aún más la necesidad de esta sinergia, de esta alianza entre todos, con todos los medios posibles, es decir, con los itinerarios educativos formales pero también con los informales. No sólo está la escuela, no sólo está la universidad, sino que hay muchos aspectos en la vida de una persona que pueden ser conjugados y en una clave educativa.
En el pacto educativo debe haber también una alianza entre la familia y la escuela, entre la familia y los educadores, precisamente para encontrar un entorno común que también esté libre de colonización ideológica y que cree una persona humana más capaz de enfrentarse a los retos del mañana...
R. -Sí, el Santo Padre lo dice claramente: una alianza entre todos los componentes de la persona, en primer lugar, para ayudar a la persona a integrarse en sí misma, luego una educación integral entre todas las dimensiones de la persona, para luego ser ayudada a vivir la relación entre el estudio y la vida, pero también entre las generaciones, un acuerdo entre docentes, alumnos, familias y sociedad en todas sus expresiones: la familia en primer lugar, pero también todas las demás expresiones de la vida social. Esto significa decir las expresiones intelectuales, científicas, artísticas, deportivas, políticas y empresariales. En este sentido, los destinatarios del encuentro del 14 de mayo son todos: todas las expresiones de la vida social y civil, incluidos los premios Nobel de la Paz, los representantes de las religiones, los representantes ecuménicos... Debemos sacar a relucir todas las cosas positivas que existen - y hay tantas - y que ya existen en el mundo, para dar esa connotación estratégica y positiva de invertir las mejores energías.
Hoy se ha convocado a los embajadores de todos los países acreditados ante la Santa Sede, ¿será posible encontrar un punto común en el que apoyarse?
R. - El 14 de mayo no es el punto de llegada, es el punto de partida y en estos meses habrá 13 conferencias, seminarios, foros de preparación, para profundizar en las diferentes facetas de la educación y llegar al 14 de mayo con un manifiesto que se presentará a los representantes de las distintas expresiones de la vida social, civil, política, religiosa, y a partir de ahí se retomarán los objetivos, que serán entonces el próximo compromiso. Por lo tanto, es una fase muy importante que también presentemos estos términos a los embajadores porque ahora recibimos solicitudes, preguntas y sugerencias, y el deseo de participar desde muchas partes del mundo. Queremos compartir este momento con los embajadores que tienen vínculos con los diferentes países del mundo para ilustrar el objetivo y también para darles algunas indicaciones. Ya están establecidos los comités, pienso en América Latina; acabo de regresar de África, lo mismo. Es decir, este mensaje ya ha llegado a su destino y tenemos una ola que vuelve con gran interés. Con los embajadores queremos razonar juntos.
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