Desarrollo Humano Integral. 23º Boletín de la Sección Migrantes Desarrollo Humano Integral. 23º Boletín de la Sección Migrantes  

Desarrollo Humano Integral. 23º Boletín de la Sección Migrantes

Todas las semanas la sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral publica un boletín, informando de la labor de la Iglesia en este tiempo de pandemia. En el siguiente artículo el vigésimo tercer boletín, junto con el enlace a los boletines anteriores.

Ciudad del Vaticano

La Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral publica su vigésimo tercer boletín, en el que comparte la situación de migrantes y refugiados en diversas partes del mundo y las buenas prácticas de diferentes actores católicos. En este número se exponen diferentes iniciativas relacionadas con El Tiempo de la Creación en el que nos encontramos y que suponen una respuesta concreta del llamado del Papa a una conversión ecológica.

El Tiempo de la Creación

En el contexto del Jubileo de la Tierra , la familia cristiana del mundo se reunió, del 1 de septiembre al 4 de octubre, para rezar por un objetivo común: “mostrar al mundo el amor auténtico de los unos a los otros y a la creación”. Este año, en medio de las crisis que han sacudido a nuestro mundo debido a la pandemia del coronavirus, el Tiempo de la Creación es un tiempo para sanar nuestras relaciones con la creación y entre nosotros, como humanidad. Las palabras del Papa Francisco nos invitan a una conversión ecológica , puesto que “nuestros hermanos y hermanas más pobres y nuestra madre tierra, gimen por el daño y la injusticia que hemos causado y reclaman otro rumbo. Reclaman de nosotros una conversión, un cambio de ruta: cuidar también de la tierra, de la creación”. Agentes católicos de todo el mundo desarrollaron diferentes iniciativas ( EN ;IT ; PT ) para poner en práctica este mensaje. Informamos sobre algunos importantes ejemplos.

En África, muy expuesta a los efectos del cambio climático, se llevaron a cabo numerosas iniciativas promovidas por Iglesias y ONG cristianas para el Tiempo de la Creación (IT; PT ). En Kenia, la sección africana del Movimiento Católico Mundial por el Clima plantó 300 árboles en la única selva tropical que queda en el país. Esta zona, Kakamega, está amenazada por la deforestación, debido a las actividades humanas, los desastres naturales y el cambio climático. También en Kenia, un párroco, el Padre Mutuku, organizó una serie de actividades educativas en colaboración con Infancia Misionera , en las que se enseña a los niños la importancia de cuidar el medio ambiente. “Si los niños aprenden desde muy pequeños la importancia de la Creación, cuando se conviertan en adultos, sabrán cuidar del medio ambiente”, explicó el Padre Mutuku. En la diócesis de Ndola, en Zambia, la iniciativa “Sun24 Cookstove Project”, alienta a la población a construir cocinas de alta eficiencia energética que no utilicen madera. El objetivo es reducir la deforestación en el territorio.

En Asia, se pusieron en marcha numerosas iniciativas católicas para promover el cuidado de la creación y la salvaguardia de la casa común a nivel espiritual, pastoral y social ( FR ). Concretamente, en la India, la comunidad católica se centró en el cultivo de huertos orgánicos, organizados en conventos, casas religiosas, parroquias, orfanatos, institutos y escuelas. En el vecino Pakistán, el Tiempo de la Creación se centra en la crisis ecológica que enfrenta la nación. Entre otras iniciativas, los misioneros de San Columbano tradujeron la encíclica Laudato Si’ al urdu, el idioma local de Pakistán, y publicaron una síntesis para escuelas, parroquias, asociaciones y comunidades. En el sudeste asiático, la Iglesia católica de Malasia decidió poner en marcha un plan quinquenal de “cuidado de la casa común y la vida humana”, y en 2020, el primer año de la campaña, el tema elegido está relacionado con la protección de los niños. Por lo tanto, “la Iglesia invita a los fieles a apoyar, aplicar y promover buenas prácticas para salvar toda la vida en la Tierra, proteger a la humanidad de la autodestrucción y garantizar la justicia para las generaciones futuras”. En Birmania, la diócesis de Mandalay propuso una vasta campaña para plantar árboles. El arzobispo Mark Tin Win prevé la apertura de un nuevo centro para retiros espirituales y reuniones pastorales que aspira a una máxima sostenibilidad ambiental. En Filipinas, Mons. Pablo Virgilio David, obispo de Kalookan y presidente interino de la Conferencia Episcopal, quiso subrayar el vínculo con la pandemia del coronavirus que “ha puesto de manifiesto nuestra vulnerabilidad y nos ha hecho comprender la urgencia de una verdadera conversión ecológica” para la protección de la vida humana. Por último, “Laudato si’ revolution ”, es una canción y un baile de rap compuesto por un sacerdote indio franciscano, Sandesh Manuel, que se ha hecho viral en la red.

En el marco del Tiempo de la Creación , el equipo de Medio Ambiente, Gestión de Riesgos y Emergencias de Cáritas Chile presentó el proyecto "Respuestas Locales de adaptación comunitaria al cambio climático. Experiencias comunitarias desarrolladas en Calama, Santiago y Aysén" . Cáritas Chile implementó este proyecto para apoyar las medidas tomadas por seis comunidades en respuesta a los efectos del cambio climático. El objetivo es la generación de respuestas locales de adaptación y el aumento de la resiliencia comunitaria. Las medidas se centran en un enfoque basado en ecosistemas, la incidencia y la reducción del riesgo de desastres. Cáritas Chile es plenamente consciente de que las continuas catástrofes afrontadas por el país son consecuencia de los efectos del cambio climático y del calentamiento global. Por ello han desarrollado procesos de gestión comunitaria que contribuyen a la adaptabilidad y a la mitigación del cambio climático, desde la perspectiva de la justicia ambiental. Cáritas Chile espera que este proceso les ayude a acompañar y apoyar a las comunidades más afectadas por los impactos de la crisis climática en su país.

La prestación de asistencia a las comunidades de desplazados internos

A finales de 2019 se registraron 41,3 millones de desplazados internos en todo el mundo (IDMC), y éstos representan la mayoría de la población mundial desplazada a la fuerza. Los conflictos y los desastres naturales son los principales factores desencadenantes de los desplazamientos internos. Los científicos han demostrado que existe una relación directa entre los desastres naturales y el cambio climático. En concreto, el número de desastres relacionados con el clima se ha triplicado en los últimos 30 años. Este dato demuestra claramente, tal y como el Papa Francisco ha expresado en diferentes ocasiones, que el cambio climático y el desplazamiento forzado están relacionados. No podemos abordar los retos de hoy por separado. Agentes católicos continúan al servicio de los desplazados internos, ya lo sean por conflictos o desastres naturales, a pesar de que el incremento en el número de fenómenos registrados hace cada vez más difícil mantener esta distinción.

A medida que las crecientes inundaciones siguen cobrándose vidas y desplazando a miles de personas en Sudán, los organismos humanitarios relacionados con la Iglesia, están respondiendo al desastre causado por lluvias, inusualmente fuertes, en las fuentes del río Nilo. La Iglesia presta su asistencia (EN) a la población necesitada de alimentos, tiendas de campaña donde refugiarse, mantas y mosquiteras para no contraer la malaria y otras enfermedades. Decenas de miles de hogares han sufrido graves daños o han sido destruidos en la capital, Jartum, lo que ha obligado a las personas a huir y acampar en las escuelas y otros lugares públicos. Catholic Relief Services ha asistido a las familias y a las comunidades afectadas por las inundaciones en Darfur, en cooperación con organismos locales. Aunque la entrega de estas ayudas es rápida, están aumentando los casos de malaria y de infecciones respiratorias agudas en Darfur oriental, debido a la falta de saneamiento adecuado y de un sistema de alcantarillado. “El CRS ya está desbordado por las prioridades divergentes. En este momento, también brindamos asistencia a las personas afectadas por la invasión de la langosta del desierto, a los desplazados a causa del conflicto interno y también trabajamos para paliar los efectos del COVID-19, sin abandonar nuestro programa de distribución de alimentos de emergencia”, dijo Persiana Kamberaj, responsable de los programas de Catholic Relief Services en Jartum.

En Pakistán, las fuertes lluvias de esta estación monzónica han golpeado duramente la provincia del Sindh, donde la población todavía vive la emergencia causada por el COVID-19. A pesar de ello, las respuestas católicas fueron inmediatas ( EN ; IT ; FR ). Los franciscanos capuchinos distribuyeron alimentos a 600 personas y sirvieron a 200 desplazados cada día en la capital, Karachi. Además, el Comité de Gestión de Desastres de Cáritas Karachi ha organizado la distribución de alimentos y de botellas de agua mineral, llegando a más de 1.000 familias. También se han distribuido lonas, especialmente a las familias que han sufrido daños en el techo de su casa por las fuertes lluvias. Esta ayuda de emergencia ha sido posible gracias a muchos voluntarios que distribuyeron estos bienes de primera necesidad, a pesar de la falta de electricidad y de las calles inundadas.

En Sudán del Sur, las personas quedaron sin hogar y se vieron obligadas a refugiarse en los bosques sin alimentos, agua, vivienda, saneamiento y medicamentos, debido a los violentos conflictos fronterizos. La organización salesiana “Don Bosco Mission” de Tonj,estuvo en primera línea para mejorar el nivel de vida de Sudán del Sur ( EN ; IT ; FR ; PT ). Después de haber sido contactados y regularmente registrados, más de 3.500 desplazados recibieron una donación de bienes de primera necesidad. En los últimos meses, además de la distribución de bienes de primera necesidad y de medicinas, también se emitieron programas radiofónicos para explicar las medidas necesarias para prevenir el contagio de coronavirus. Además de recibir un suministro de medicamentos, gracias a la intervención de los Salesianos, se está abordando el bienestar emocional y psicológico de la población. Los destinatarios de esta atención han expresado su alegría y enorme agradecimiento por el compromiso de los misioneros salesianos que nunca han dejado de brindar apoyo a las comunidades vulnerables, incluso en medio de la pandemia mundial.

Reflexiones y oraciones sobre la ecología integral

“No hay ecología sin equidad y no hay equidad sin ecología”. Con esta simple afirmación, el Papa Francisco abrió el camino para construir un futuro mejor para nuestra casa común ( EN ; IT ; FR ; PT ). “La pandemia también ha demostrado que la salud de la humanidad no puede separarse de la del medio ambiente en que vivimos”. El cambio climático, explicó, no solo altera el equilibrio de la naturaleza, sino que también causa pobreza y hambre, afecta a los más vulnerables y a veces les obliga a abandonar sus tierras. El Santo Padre indicó entonces que la contemplación y la compasión son dos ingredientes clave que fomentan la ecología integral. La contemplación significa, esencialmente, ir más allá de cómo se utilizan las cosas; saber mirar la creación como un don y no con ánimo de lucro. Nos volvemos compasivos cuando vemos con los ojos de Dios y consideramos a los demás como nuestros hermanos y hermanas, miembros de una única familia que vive en la misma casa. Nuestra compasión, afirmó, es “la mejor vacuna contra la epidemia de la indiferencia”.

El cardenal Michael Czerny, subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados, se hizo eco de estas palabras, destacando que “el grito de la tierra y el grito de los pobres son un único grito” (EN) en nuestra casa común. Durante el período de confinamiento impuesto por la pandemia del COVID-19, la gente se ha dado cuenta de que los servicios básicos y esenciales son a menudo proporcionados por temporeros extranjeros, migrantes o incluso refugiados. “No nos dimos cuenta” de esos trabajadores; “los dimos por sentado hasta que el COVID-19 les impidió trabajar o incluso llegar a nuestros países”, dijo el Cardenal a Catholic News Service . “Nos hemos olvidado también de la generosidad de la naturaleza: hemos dado por hecho el medio ambiente, hasta que la injerencia humana en forma de contaminación y extracción, producción y consumo desconsiderados, han impedido a la naturaleza darnos lo que necesitábamos”, señaló. Las dos situaciones son más que paralelas: “La necesidad de contar con las energías, el talento y la creatividad de los migrantes se ha hecho más evidente en todas partes; y también la necesidad de garantizar la supervivencia de la tierra, el aire y el agua”, concluyó el cardenal Czerny.

En un vídeo-mensaje ( EN ; IT ; PT ; FR ) el cardenal Luis Antonio Tagle destacó la importancia del “Jubileo de la Tierra”, que concluyó el pasado domingo 4 de octubre. El Tiempo de la Creación , explica el Cardenal Tagle, “es una celebración con un claro mensaje social y ecológico”, porque la forma en que tratamos la Creación demuestra “nuestra actitud hacia la vida y los seres humanos”. Muy a menudo nos comportamos como dueños y olvidamos que somos custodios. Por eso, el Cardenal nos exhorta a redescubrir nuestra vocación de “Custodios de la creación”. “El verdadero cuidado de la creación tiene que empezar con el verdadero cuidado de nuestra Vida Religiosa, nuestra identidad religiosa, nuestra comunidad religiosa [y] nuestra fidelidad a los demás”, dijo el arzobispo Hubertus van Megen en su homilía (EN), mientras presidía la Santa Eucaristía para la Jornada de la Familia Franciscana en Nairobi. El cuidado de la creación debe incluir a nuestros hermanos y hermanas en nuestra comunidad, afirmó el Nuncio Apostólico en Kenia y Sudán del Sur. Citando a San Francisco de Asís, dijo: “Existimos solo en relación con Dios creador, con nuestros hermanos y hermanas como miembros de una familia común y de todas las criaturas de Dios dentro de nuestra casa común, y es solo dentro de la comunidad donde encontramos la salvación”. Por último, reiterando el mensaje del Santo Padre en la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, Mons. Megen dijo a los franciscanos: “El Espíritu Santo está inspirando a individuos y comunidades de todo el mundo a unirse para reconstruir nuestra casa común y defender a los más vulnerables entre nosotros”. La Alianza Católica por el Clima espera ayudar a los católicos de todo el mundo a experimentar una conversión ecológica en este Tiempo de la Creación . Para ello, la organización, con sede en EE.UU, ha creado una serie de oraciones en cuatro secciones, “Encontrando a Dios en la naturaleza“ ( EN ). Paz Artaza-Regan, Directora del Programa de la Alianza Católica por el Clima, afirma que espera que la serie de oraciones ayude a la gente de todo el mundo a profundizar su conexión con la creación durante esta celebración de un mes de duración. Y explica: “Vemos el Tiempo de la Creación como un momento crucial, un tiempo en el que los cristianos pueden centrarse en su vida espiritual, conectarla con sus actividades y decisiones diarias, y quizás comprometerse a ser mejores custodios de la creación de Dios”. También anima a los católicos a adoptar esta práctica de reflexión en su rutina espiritual semanal. “Pregúntese: ¿Qué nos dicen las lecturas de hoy cuando las miramos a través de la lente de la ecología integral? ¿Cómo puedo responder a las lecturas? ¿Qué acción puedo tomar como respuesta a las lecturas?”

Para números anteriores, por favor consulte la página

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14 octubre 2020, 11:53