Gallagher: la justicia penal no es un castigo, sino una reconciliación
Isabella Piro - Ciudad del Vaticano
"La Santa Sede está firmemente convencida de que el Estado de Derecho, la prevención del delito y la justicia penal deben ir de la mano": así lo ha dicho Monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, en una video-declaración pronunciada hoy, 8 de marzo, durante el 14º Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal, que se celebra en Kioto, Japón, del 7 al 9 de marzo. En particular, el prelado recordó que "la aplicación del Estado de Derecho es esencial para lograr un verdadero desarrollo humano integral"; para ello, se requiere "no sólo el esfuerzo de las autoridades policiales, sino también el compromiso de la sociedad en general". Por lo tanto, es fundamental la referencia al hecho de que "la prevención y la respuesta a las actividades delictivas están estrechamente relacionadas con el respeto y la protección de los derechos humanos universales, tanto a nivel nacional como internacional".
La desigualdad, la corrupción y la pandemia alimentan los delitos
Monseñor Gallagher dijo también ser consciente de que la delincuencia se alimenta "de las desigualdades económicas y sociales y de la corrupción, cosechando víctimas especialmente entre las personas en situación de vulnerabilidad". Una situación que, además, la pandemia de Covid-19 "no ha hecho más que empeorar". Al mismo tiempo, sin embargo, el Secretario para las Relaciones con los Estados reiteró que "la prevención de la delincuencia no debe reducirse a sus aspectos punitivos": como afirmó el Papa Francisco, de hecho, "la verdadera justicia no se contenta con castigar a los culpables". Hay que ir más allá y hacer todo lo posible para corregir, mejorar y educar al hombre".
El principio de precaución y el principio pro homine
El primero es "el principio de precaución, para evitar cualquier invasión de los derechos y libertades fundamentales del hombre", mientras que el segundo es "el principio pro homine, destinado a proteger siempre la dignidad de la persona humana". De hecho, establece que cualquier autoridad perteneciente al poder judicial, legislativo o ejecutivo debe aplicar la norma o interpretación más favorable al individuo o a la comunidad, en cualquier cuestión de actos. Sólo observando ambos principios", señaló el Secretario de Relaciones con los Estados, "será posible lograr una justicia penal verdaderamente reparadora". La declaración en vídeo del prelado concluye citando el llamamiento del Pontífice a favor de "una justicia que sea humanizadora, auténticamente reconciliadora, una justicia que conduzca al delincuente, a través de un camino de educación y penitencia valiente, a la rehabilitación y a la reinserción total en la comunidad".
Congresos anteriores
Originalmente previsto para abril de 2020, el 14º Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal se pospuso a marzo de 2021 debido a la pandemia de Covid-19. En 2019 se celebraron reuniones preparatorias regionales en Asia y el Pacífico, América Latina y el Caribe, Asia Occidental, África y Europa. Al final del evento, se espera que se presente una única Declaración a una Comisión especial para su consideración. Hay que recordar que este tipo de congreso de la ONU es la reunión mundial más importante de políticos, profesionales, académicos, organizaciones intergubernamentales y de la sociedad civil que trabajan en este ámbito. El evento se celebra cada cinco años en diferentes partes del mundo. La primera edición se celebró en 1955, con el objetivo de identificar las tendencias y las cuestiones emergentes en el ámbito de la prevención de la delincuencia y la justicia penal, así como permitir el intercambio de experiencias y opiniones entre todos los participantes en relación con la ley y el desarrollo de políticas relacionadas.
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