Jurkovič: combatir las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad
Isabella Piro - Ciudad del Vaticano
La pandemia del Covid-19 "requiere una postura responsable por parte de toda la comunidad internacional. Hoy, más que nunca, debe unir sus fuerzas para buscar un futuro sostenible, inclusivo y justo para todos": esta es la exhortación que ha lanzado hoy Monseñor Ivan Jurkovič, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra, dirigiéndose a la Organización Mundial del Comercio.
Refiriéndose en particular a los Países Menos Desarrollados (PMD), sobre los que la emergencia sanitaria ha pesado más a causa de las dificultades preexistentes, como "la baja renta per cápita, los bajos niveles de desarrollo humano integral y la extrema vulnerabilidad a los choques externos", el prelado reiteró: "No podemos quedarnos simplemente callados ante tanto sufrimiento y adversidad", sino que "estamos llamados, con nuestras decisiones, a poner en práctica nuestro compromiso común por el bien de la familia humana".
"Estamos llamados a pensar y actuar de forma solidaria, lo que significa también combatir las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad", añadió.
El grave impacto de la pandemia en los países menos desarrollados
Los PMD, que "representan el 13% de la población mundial", continuó explicando el Observador Permanente, "luchan a diario contra la pobreza buscando un mayor crecimiento económico para lograr una transformación estructural y desarrollar sus capacidades productivas".
Pero la pandemia "ha exacerbado aún más estos desafíos", abriendo para estos países "un panorama muy sombrío", especialmente en lo que respecta a "la consecución de los objetivos de salud y educación". De hecho, ya ahora, señaló el prelado, "muchas poblaciones están adoptando estrategias que ponen aún más en peligro estos objetivos, como la reducción de la ingesta de alimentos sanos y nutritivos o el abandono de la escuela por parte de los niños", mientras que el descenso global de las exportaciones, de las que dependen económicamente los PMD, ha puesto aún más en peligro sus medios de vida.
Ayudar a los más vulnerables
¿Qué hacer entonces para ayudar a las personas más pobres y vulnerables de nuestro mundo? Una de las sugerencias inmediatas del obispo Jurkovič fue la de acordar en el seno de la Organización Mundial del Comercio que un país miembro menos desarrollado "no esté obligado a aplicar las disposiciones del Tratado sobre los Derechos de la Propiedad Intelectual (ADPIC)", ya sea mientras permanezca en la categoría de PMD o durante un periodo de doce años después de que la ONU decida sacarlo de esa categoría.
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