Reforma de la Curia. Parolin: hay un deseo real de que esté al servicio del Papa
Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano
Francia y la laicité, el papel de los católicos en la sociedad y la política, a la luz también de las nuevas leyes aprobadas más allá de los Alpes, como la de bioética. A continuación, un posible viaje del Papa a París, la llaga de la pederastia en la Iglesia, la reforma de la Curia; finalmente una referencia al inminente proceso en el Vaticano. La entrevista de La Croix con el Secretario de Estado, Pietro Parolin, en conversación con el periódico católico francés unos días después de su viaje a Estrasburgo con motivo del centenario de la muerte de la patrona de Alsacia Santa Odilia, está llena de elementos.
Juicio en el Vaticano: "Esperamos que la verdad salga a la luz"
Y como ya en la rueda de prensa en Estrasburgo, el cardenal responde a una pregunta sobre el juicio que se abrirá el próximo 27 de julio en el Tribunal Vaticano por el asunto relacionado con las inversiones financieras de la Secretaría de Estado en Londres. "Espero realmente que la verdad pueda surgir durante este juicio, por el bien de todos", dice Parolin, aclarando que se refiere a una "verdad judicial" porque "la verdad real es el Señor que la conoce" mientras que "la verdad constatada en el tribunal es la verdad humana."
Los abusos, un calvario al que enfrentarse
De verdad, el cardenal también habla en relación con los resultados esperados de la Comisión independiente para los abusos sexuales en Francia por parte del clero, que deberían hacerse públicos próximamente: "Probablemente será un gran momento de sufrimiento, pero no debemos tener miedo a la verdad", afirma el purpurado. Que admite: "Estamos tristes y sé que muchos católicos se sentirán muy tristes y escandalizados por lo que van a leer. Pero debemos afrontar este calvario. De ahí puede nacer una nueva conciencia para combatir estos fenómenos y evitar que se repitan estos actos".
Evitar lo que hasta ahora ha oscurecido la imagen de la Iglesia
En cuanto a la Constitución apostólica sobre la reforma de la Curia, que actualmente estudia el Consejo de Cardenales del que forma parte, Parolin se limitó a informar de que el documento que sustituirá a la Pastor Bonus de Juan Pablo II está "siendo estudiado por los canonistas para adaptar la terminología al carácter jurídico del documento". En cuanto a los tiempos de publicación, "depende del Papa", asevera, y añade: "En una organización tan compleja y multisecular como la Curia Romana, el cambio puede causar algunas dificultades. Pero hay un deseo real de que sea un instrumento al servicio del Santo Padre para el bien de la Iglesia. A partir de ahora, debemos evitar todo lo que pueda haber oscurecido la imagen de sus servicios en el pasado".
No hay viaje de Francisco a Francia por el momento
Refiriéndose al Papa, su asesor más cercano dice que, al menos por el momento, no está previsto que el Pontífice viaje a Francia, aunque "hay un proyecto". "El Papa ya ha expresado su interés a Emmanuel Macron. Pero no puedo dar una fecha. Espero que se pueda hacer cuanto antes, porque Francia se merece una visita del Santo Padre". En la misma línea, el cardenal recuerda los cien años de relaciones diplomáticas entre Francia y el Vaticano: relaciones "positivas", dice, "compartimos preocupaciones comunes, como la ecología, que se ha convertido en un tema central de la actividad internacional de la Santa Sede, y la gestión de la pandemia". Sin embargo, "siguen existiendo algunas diferencias, como la cuestión del desarme y la energía nuclear".
El laicismo francés, un tema delicado
Interpelado sobre la cuestión del laicismo francés, mientras continúan los debates en la Asamblea nacional, sobre el controvertido proyecto de ley de "separatismo religioso" que prevé un mayor control del Estado sobre las organizaciones religiosas y los lugares de culto, Parolin dice que se trata de "un tema muy sensible en Francia". "El laicismo francés tiene características que no se encuentran en otros lugares, vinculadas a su historia, y en particular a la Revolución francesa, pero también a las diferentes etapas que llevaron a la separación de la Iglesia y el Estado, y a veces a un fuerte rechazo de la religión. Todos estos episodios han dejado su huella y han contribuido a la marginación de la dimensión religiosa en la vida social. Esto no va bien. Lo ideal es siempre tener tanto una autonomía de la comunidad política respecto a la Iglesia como una sana colaboración entre ambas. La Iglesia y el Estado tienen el objetivo común de contribuir al bien común". El cardenal no dice estar preocupado por las tensiones que preceden a toda campaña electoral, a veces "necesarias para avanzar", pero recomienda que éstas "no se conviertan en conflictos violentos, en ataques personales que contribuirían a un clima destructivo".
La ley sobre bioética y la voz de los católicos
No falta en la conversación con La Croix una referencia a la ley de bioética que acaba de aprobarse en Francia, y que es muy criticada por la población católica. "Es importante -señala el Secretario de Estado del Vaticano- que los católicos puedan hacer oír su voz, con argumentos basados en su fe, incluso en debates tan delicados". Esto es así, aunque la ley ya haya sido aprobada, "porque lo hacen en nombre de la defensa de la dignidad y el valor de toda vida humana". Sin embargo, hay que prestar atención a "permanecer en un debate de la razón y no resbalar en la ideología".
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