Nichols: La lucha contra trata requiere un mayor compromiso
Giancarlo La Vella - Ciudad del Vaticano
El Grupo Santa Marta, dirigido por el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster, se creó en 2014 para comprometerse y colaborar más estrechamente en iniciativas de lucha contra la trata de personas. Para ganar esta lucha, la Iglesia católica ha iniciado una sinergia con las fuerzas del orden de todo el mundo, ya que esta lacra sigue creciendo y cada vez más personas vulnerables son víctimas de las organizaciones criminales. La instancia, que lleva el nombre de la residencia papal donde se alojaron los participantes de la Conferencia del Vaticano en abril de 2014, dio lugar a la firma de una "Declaración de Compromiso" por parte de todos los jefes de policía presentes para trabajar juntos, en el ámbit, en el desarrollo de estrategias de prevención, atención pastoral y reinserción de las víctimas del triste fenómeno.
No bajes la guardia
Desde ese primer evento, los jefes de policía, los líderes de la sociedad civil, los obispos y los religiosos se han reunido regularmente para compartir experiencias y buenas prácticas. También han tratado de reforzar la cooperación a nivel internacional, nacional y local para mejorar y hacer cumplir mejor las leyes existentes contra la trata de personas, que el Papa Francisco ha calificado como "un crimen contra la humanidad" y "una herida en el cuerpo de Cristo". El presidente del Grupo Santa Marta, el cardenal Vincent Nichols, en una entrevista concedida a Radio Vaticano - Vatican News, advierte del riesgo de que esta actividad delictiva se vaya también de las manos debido al conflicto de Ucrania y de las demás guerras que siguen tiñendo de sangre diversas partes del mundo.
El Papa Francisco y la Iglesia siempre han estigmatizado la lacra de la trata de personas. Eminencia, en esta etapa de la historia mundial, ¿cómo trabaja el Grupo Santa Marta para erradicar este fenómeno?
El compromiso ha ido aumentando paulatinamente, porque en este momento hay tantos millones de personas que son vulnerables a la acción criminal de quienes se lucran con esta despreciable actividad de la esclavitud. En nuestro Grupo Santa Marta, en este momento, también hay un aumento de la cooperación, de las iniciativas, porque hemos percibido el aumento significativo de los delitos de este tipo. Así que empezamos aquí con un valor renovado y también con un compromiso. Esta mañana nos hemos reunido con el Santo Padre, que nos ha dirigido palabras contundentes para reforzar nuestro trabajo conjunto.
La trata de personas es un fenómeno que, para que se produzca, debe estar a su vez vinculado a otras realidades ilegales, por lo que la lucha debe ser constante, continua...
Sí, la lucha es continua, sobre todo en estos momentos, de lo contrario corremos el riesgo de perder este reto para la protección de los seres humanos y el problema crece. Pero hay una fuerte voluntad, hay un tipo de liderazgo en el Grupo Santa Marta: Hay fuerzas policiales, magistrados, expertos legales y muchos representantes de las iglesias locales. Así que tenemos esperanza, pero también realismo para hacer el trabajo que debemos y tendremos que hacer.
¿Es probable que la guerra aumente este fenómeno?
Sí, por supuesto, todas las guerras. En la actualidad hay al menos 40 conflictos en curso en el mundo. Con razón, siempre hablamos de Ucrania, pero hay otros lugares donde la violencia armada hace estragos, donde siempre son los pobres los que lo pierden todo.
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