Philipp Ozores: En Navidad acordémonos de nuestros hermanos de Siria y Líbano
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Los cristianos de Líbano y Siria sufren masivamente la gravísima crisis económica de estos dos países. En estas navidades, acordémonos de nuestros hermanos y hermanas que viven sus necesidades con muchísima fe, ellos creen que Dios los va a ayudar y nosotros podremos ser la mano de Dios que se extiende hasta esta gente”, lo dijo Philipp Ozores, Secretario General de la Fundación Pontificia “Ayuda a la Iglesia Necesitada” (ACN, por sus siglas en inglés), explicando el objetivo de la Campaña “Compartiendo esperanza con los cristianos de Siria y Líbano”, una campaña de ayuda de emergencia en Navidad para apoyar a las comunidades cristianas de estos dos países.
La dramática situación de los cristianos
El Secretario General de ACN señaló que, la campaña busca darle espacio a estos hermanos y hermanas de Oriente Medio, cristianos que tanto en su día a día y para que el mundo se dé cuenta de su situación y ayude a que puedan permanecer en estos países.
“El Oriente Medio está en el corazón de nuestra Fundación, qué se dedica ayudar a cristianos que sufren, sobre todo, a los cristianos perseguidos y por desgracia, pues, eso es una realidad muy presente en Oriente Medio donde hay grandes tensiones entre las diferentes religiones, pero también una situación de pobreza absoluta debido a la situación política y también militar, como es el caso de Siria. Los cristianos al ser minoría sufren especialmente y toda esta campaña, pues se dedica a ayudarles a sobrevivir en invierno y permanecer en sus países”.
Una forma concreta de ayuda
Asimismo, Philipp Ozores explicó que, la Campaña de ayuda de emergencia de ACN recoge proyectos de ayuda médica para hospitales, apoyo a los ancianos y enfermos, ayuda para comida y bienes de primera necesidad para familias necesitadas, subvenciones para la educación de jóvenes y niños en colegios en peligro de cierre, apoyo a la formación de seminaristas, actividades de pastoral universitaria, apoyo a los grupos scouts, ayuda de subsistencia y financiación de retiros espirituales para religiosas, así como estipendios de Misa para sacerdotes.
“Yo mismo me sorprendí muchísimo del frío que hace en Siria y Líbano, yo he estado con 2 metros de nieve en las montañas del Líbano con los refugiados cristianos. Hace falta medicinas, falta de todo ahora, de cosas tan sencillas como en Líbano y también cosas tan sencillas como una comida caliente al día para los niños de los barrios pobres cristianos que van a las escuelas de la Iglesia. Con esta campaña, vamos hacer llegar esta ayuda muy concreta que les va a permitir llegar hasta el año que viene y ojalá hasta tiempos mejores que les permitan permanecer”.
“Podemos ser la mano de Dios para ellos”
El Secretario General de ACN también explicó que, además de los proyectos de emergencia, ACN tiene varios programas con el fin de traer un poco de alegría a los más pequeños y vulnerables durante estos días. En Líbano un total de 14.000 niños recibirán un regalo de Navidad y ropa de abrigo gracias a diferentes proyectos en el país. En Siria, el proyecto más grande incluye ropa de abrigo para casi 30.000 niños. En Alepo un total de 1.500 niños, enfermos y ancianos participarán en celebraciones de Navidad, con villancicos, representaciones teatrales y un almuerzo, gracias a la ayuda de ACN.
“Los cristianos de Líbano y Siria sufren masivamente la gravísima crisis económica de estos dos países, hay que imaginarse que en estos dos países las familias no tienen más que 70 - 80 euros como mucho, al mes para sobrevivir, sino menos, es casi imposible hacer milagros por conseguirlo, pero depende muchísimo de la Iglesia. Así que estas navidades, acordémonos de nuestros hermanos y hermanas que además viven sus necesidades con muchísima fe, ellos creen que Dios los va a ayudar y nosotros podremos ser la mano de Dios que se extiende hasta esta gente”.
Una dramática y compleja situación
Líbano es un país que después de haber experimentado varias guerras vivía una época de relativa bonanza, y había abierto sus puertas para acoger a millones de refugiados, especialmente de Siria, pero después del colapso económico y político atraviesa una de las crisis más profundas de su historia. La explosión en el puerto de Beirut de 2020 fue la estocada mortal que hundió al país en la desesperación. Por su parte, el Papa Francisco ha calificado la situación en Siria de "escándalo", el país está aún desgarrado por los efectos de la guerra que comenzó en 2011 y sigue vigente en el norte del país. A la guerra y la destrucción le ha seguido la indiferencia y el olvido.
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