Parolin: Teresa de Lisieux enseña a ir hacia Dios sin mediocridad
Vatican News
Que el testimonio auténtico de santa Teresa de Lisieux, "de una vida en la que el amor de Jesús es anticipación de la vida eterna", sea un ejemplo para los creyentes que quieren vivir "una relación privilegiada con Jesús, una relación que va más allá de lo ordinario y de la mediocridad, del clientelismo espiritual, eclesial y moral, y del relativismo en todas sus formas". Esta fue la indicación del cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin expresada en la homilía de la misa celebrada el 7 de junio, en la iglesia de San Luis de los Franceses de Roma con motivo de la peregrinación de las reliquias de la santa y de sus padres Louis y Zélie Martin a Italia y tras la exposición en la plaza de San Pedro por la mañana durante la audiencia general del Papa Francisco. "Nada debe detenernos", añadió a continuación el cardenal, que invitó a caminar decididamente "por los caminos del Señor y según sus mandamientos", a resistir "a las tentaciones y a los compromisos de todo tipo" y a esforzarse "por perseverar en la oración y en el perdón, permaneciendo firmes en la fe ante la adversidad".
Teresa, esposa de Jesús
En su homilía, el Secretario de Estado estableció un vínculo entre la vida de Teresa y la resurrección de los muertos, compartida por los ángeles y los santos en el cielo. "Nuestra historia personal comienza a cambiar y el rostro de nuestro mundo a transfigurarse", explicó, cuando comprendemos que la llamada y el amor de Dios exigen una respuesta plena, coherente y obediente, y "que el hombre es interlocutor de Dios y sigue siéndolo más allá de la muerte". Es precisamente esta convicción de que el amor de Dios es más fuerte que la muerte lo que hace de Santa Teresa un ejemplo, ella que, habiendo dedicado toda su vida, sus actividades, sus pensamientos, su atención, sigue siendo aún hoy lo que había comenzado a ser en su Carmelo, "la Esposa de Jesús". Así, añadió el cardenal Parolin, "Teresa da al mundo el testimonio auténtico de una vida en la que el amor de Jesús es el anticipo de la vida eterna. Su vocación es el amor de Dios. Tanto en su familia como en el Carmelo, supo reconocer y acoger la presencia amorosa de Jesús en cada acontecimiento de su vida.
Gigante de la santidad
Santa Teresa es un "gigante" de la santidad", y su "acto de entrega al Amor Misericordioso es uno de los puntos más altos de la historia de la espiritualidad". Por eso, hoy más que nunca, Teresa no sólo interpela a todos los creyentes, sino que les invita a experimentar lo que ella misma vivió. "Su santidad es ejemplar para todo estado de vida cristiana", concluyó el cardenal Parolin, pidiendo a la santa la gracia "de interceder por nosotros y de ayudarnos a amar a Jesús como ella lo amó".
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