Embajadora de Mongolia: La visita del Papa promueve la paz
Linda Bordoni - Vatican News
La embajadora de Mongolia ante la Santa Sede, la Sra. Gerelmaa Davaasuren, presentó sus credenciales al Papa Francisco en diciembre de 2022, 30 años después del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Mongolia.
Ese aniversario se celebró en el Vaticano cuando una delegación de budistas mongoles realizó una visita oficial sin precedentes al Vaticano y fue recibida por el Santo Padre.
En una entrevista concedida a Vatican News, la embajadora Davaasuren habla de la alegría de su país, que se prepara para acoger al Obispo de Roma.
Al convertirse en el primer Pontífice que pisa suelo mongol, destaca la fecundidad de las relaciones interreligiosas y el respeto por la diversidad que ha puesto de relieve su presencia, y habla de sus expectativas sobre el legado de este histórico Viaje Apostólico.
El Papa Francisco es el primer Papa que viaja a Mongolia. ¿Qué siente cuando su país se prepara para recibirlo?
En primer lugar, muchas gracias por esta oportunidad y, como embajadora de Mongolia, me siento honrada de que los mongoles recibamos al Papa Francisco en nuestro país. Esta visita histórica tiene un profundo significado, ya que representa un hito en nuestras relaciones bilaterales con la Santa Sede y muestra a Mongolia en la escena mundial, atrayendo la atención del mundo hacia nuestro país y nuestro pueblo.
La presencia del Papa en nuestra nación significa el compromiso de promover la paz, el diálogo y el entendimiento entre las diversas culturas y religiones. Nos estamos preparando para acoger a Su Santidad con una cálida hospitalidad y el máximo respeto.
Sí, como ha mencionado, su presencia hace brillar los focos internacionales sobre su país. ¿Hay algún aspecto en particular que le gustaría que se destacara?
Quizá sepa que Mongolia es una nación donde el budismo tiene profundas raíces y hemos fomentado una cultura de coexistencia pacífica entre diversas religiones y comunidades, incluidos los católicos.
En este sentido, la Mongolia contemporánea continúa la tradición establecida durante el Imperio Mongol, hace más de ochocientos años, cuando las diferentes religiones coexistían pacíficamente.
La visita del Papa representa una oportunidad única para poner de relieve diversos aspectos del panorama sociopolítico de Mongolia. Nos gustaría que los focos internacionales se centraran en nuestra rica diversidad cultural y en la libertad religiosa de que goza nuestro pueblo, garantizada por la Constitución de Mongolia. El compromiso de Mongolia con la tolerancia religiosa y la práctica pacífica de diversas religiones es un aspecto esencial de nuestra identidad nacional y un testimonio de nuestros valores progresistas.
Se espera que muchos católicos de países cercanos visiten Mongolia para presenciar este acontecimiento histórico, promoviendo aún más el intercambio cultural y el diálogo interreligioso. La histórica visita del Papa Francisco coincide con el hecho de que el gobierno mongol ha declarado que 2023-2025 son los años para visitar Mongolia. Esta iniciativa pretende mostrar al mundo la rica historia, cultura y belleza natural de Mongolia, invitando a turistas y viajeros a explorar las maravillas de nuestra nación.
La visita del Papa Francisco añade otro nivel de importancia a esta campaña, ofreciendo una oportunidad única para que los visitantes sean testigos de un acontecimiento trascendental al tiempo que experimentan la hospitalidad y las tradiciones de Mongolia. Además, espero hacer hincapié en nuestros esfuerzos en materia de desarrollo sostenible y conservación del medio ambiente, abordando los retos a los que se enfrenta un país sin salida al mar en el noreste de Asia. La visita podría llamar la atención sobre la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural único y la trascendencia mundial de las prácticas medioambientales responsables.
Sí, como dice, es un país predominantemente de larga tradición budista y el porcentaje de católicos es muy pequeño. Pero el Papa Francisco está mostrando su cercanía a una iglesia pequeña, una iglesia débil. ¿Tiene alguna opinión al respecto?
Sí, estamos muy agradecidos de que el Papa Francisco haya decidido mostrar su cercanía a la comunidad católica de Mongolia. Al visitar Mongolia, el Papa demuestra su profunda creencia en el valor del diálogo y el entendimiento interreligiosos. Creo que su presencia inspirará tanto a la comunidad católica como a la sociedad mongola en general a abrazar la diversidad y respetar las diferentes creencias, y a trabajar juntos por un futuro más inclusivo y armonioso.
Embajadora, usted presentó sus credenciales al Papa en 2022, 30 años después del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y el gobierno de Mongolia. ¿Cómo describiría hoy esas relaciones?
El establecimiento de relaciones diplomáticas entre Mongolia y la Santa Sede en 1992 fue un hito significativo en nuestras relaciones bilaterales. Me gustaría señalar que es esencial que Mongolia haya tenido una conexión histórica con la Santa Sede mucho antes del establecimiento formal. Quizá sepan que, durante la época del Imperio mongol, hubo contactos entre los jans mongoles y los papas, lo que refleja la perdurabilidad de la cultura y el intercambio espiritual entre nuestras regiones.
Desde el establecimiento formal de relaciones diplomáticas, nuestros lazos con la Santa Sede se han hecho más fuertes y vibrantes, y hemos cooperado en diversas cuestiones, como la educación, la sanidad y la cultura. Las contribuciones de la Iglesia católica en estos ámbitos han tenido un impacto positivo en la vida de muchos mongoles, en particular en la de los grupos vulnerables.
También me gustaría subrayar que la visita del Presidente de Mongolia al Vaticano en 2000 y 2011 y eventos recientes como la visita del Secretario para las Relaciones con los Estados Gallagher a Mongolia este año, son un testimonio de la importancia y el dinamismo de nuestra relación. Estos intercambios de alto nivel han ampliado aún más nuestros lazos y han demostrado el compromiso compartido con el diálogo y la cooperación.
Asimismo, me gustaría señalar que el nombramiento del arzobispo Georgio Marengo como primer cardenal destinado en Mongolia es un testimonio de la importancia de nuestra relación.
De cara al futuro, seguimos comprometidos a profundizar nuestro compromiso con la Santa Sede.
Creo que nuestra asociación encierra un gran potencial para hacer frente a los retos mundiales y abordar nuestro objetivo compartido de paz, solidaridad y progreso social.
Ha mencionado la contribución de la Iglesia católica a proyectos sociales, proyectos sanitarios, educativos, de desarrollo. ¿Qué importancia tienen para los pobres de Mongolia?
Los proyectos de la Iglesia católica en Mongolia son esenciales para el desarrollo de nuestro país, en particular para las comunidades vulnerables y económicamente desfavorecidas. Los proyectos de desarrollo que lleva a cabo la Iglesia católica en Mongolia tienen un impacto positivo en diversos sectores, como la atención sanitaria, las infraestructuras comunitarias y los medios de vida sostenibles. Estos proyectos no sólo contribuyen a reducir la pobreza, sino que también promueven la inclusión social y la igualdad de oportunidades para todos los mongoles. El interés de la Iglesia por la educación y el desarrollo coincide con las prioridades de nuestro gobierno, y apreciamos profundamente su contribución a nuestro desarrollo socioeconómico.
Embajadora, por último, ¿cuáles son sus propias expectativas para la visita? ¿Qué frutos espera que dé?
Nuestras expectativas ante la visita del Papa Francisco son múltiples y van más allá de la corta duración de su estancia. En primer lugar, creo que la visita profundizará los lazos de amistad y entendimiento entre Mongolia y la Santa Sede, lo que conducirá a una mayor cooperación en diversos campos, como la educación, el desarrollo social y la conservación del medio ambiente.
Anticipándonos a la visita del Papa, también esperamos con interés la promoción del diálogo interreligioso y el cultivo del respeto por las diversas creencias. Esto puede ser también una gran contribución al mantenimiento de la paz y la estabilidad en nuestra región y en el mundo. Además, me gustaría mencionar que la visita aumentará la conciencia mundial sobre la riqueza cultural, el patrimonio histórico y la identidad única de Mongolia. Al mostrar nuestras tradiciones y valores, esperamos atraer un mayor interés por Mongolia como destino turístico y centro cultural.
Sobre todo, esperamos que la visita del Papa deje un legado profundo y duradero de paz, cooperación y buena voluntad. Esperamos también que la histórica visita inspire renovados esfuerzos hacia el desarrollo sostenible, el progreso social y la protección del medio ambiente en Mongolia.
Somos muy optimistas en cuanto a que el fruto de esta visita histórica contribuirá a un futuro más unido y próspero para nuestra nación y reforzará nuestra posición como miembro responsable de la comunidad internacional.
En general, creemos que la visita del Papa tendrá un impacto positivo en nuestro país y en nuestro pueblo, y estamos deseando darle la bienvenida a Mongolia.
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