Cumbre Mundial de la Fe para promover la acción por el clima

Devin Watkins e Christopher Wells – Abu Dabi

La Santa Sede trabaja a nivel internacional para promover la fraternidad humana, también en el ámbito del cuidado de la Creación. El prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, lo reafirmó al margen de la cumbre entre las religiones sobre el cambio climático, en Abu Dabi, los días 6 y 7 de noviembre, elogiando la iniciativa de la Global Faith Summit on Climate Action, celebrada por el Muslim Council for Elders y promovida por el jeque Mohamed bin Zayed Al Nahyan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos.

La cumbre, explicó el cardenal, debe verse como una oportunidad para promover la unidad entre las distintas confesiones por un objetivo común.

La declaración común

La Cumbre Mundial de la Fe reunió a una treintena de líderes de distintas religiones, desde el cristianismo hasta el islam, pasando por el hinduismo, el budismo y muchas otras tradiciones religiosas, que firmaron una declaración conjunta dirigida a los delegados de la próxima COP28, que se celebrará en Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre, en la que se insta a los líderes mundiales a actuar para proteger el planeta.

En el texto leemos sobre todo un llamamiento a acelerar las transiciones energéticas, a proteger la Tierra, a pasar a modelos circulares de vida en armonía con la naturaleza y a adoptar rápidamente energías limpias.

Trabajar por un mundo mejor

"A través de muchas cuestiones diferentes podemos ver cuántos problemas han surgido en el mundo a causa de la diversidad, los conflictos y otras cuestiones – explicó el cardenal – y por eso venimos juntos a esta conferencia mundial para promover la unidad". El cambio climático – señaló – ha unido a personas de diferentes culturas, países y tradiciones religiosas para trabajar por un objetivo común.

La Cumbre Mundial de la Fe, en conclusión, ha tratado de promover un mundo mejor preservando el planeta y "proponiendo medidas concretas que podrían adoptarse mediante la colaboración de los líderes religiosos de la comunidad internacional".