Parolin anima a una reflexión serena para arrojar un rayo de luz en Haití
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
El Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, manifestó su aprecio por el coloquio internacional sobre Haití, organizado por la Academia de Líderes Católicos el sábado 4 de mayo. En su exposición, transmitió el saludo del Santo Padre, quien fue informado sobre la iniciativa.
Refiriéndose al título del encuentro (“Prioridad para la región y agenda para su transición”), el purpurado precisó que estas palabras nos ayudan a entender la apremiante importancia del tema “que requiere de la atención de todos”. Asimismo, mencionó las consecuencias de la actual crisis que atraviesa el país, como la desesperación por el colapso del sistema sanitario, la falta de alimentos y la violencia.
Parolin también tuvo presente la acción de las bandas, que han ido fortaleciendo sus actividades criminales como el tráfico de droga y de armas que ha producido una crisis humanitaria, en la que casi 5 millones de los 11 que tiene Haití necesita ayuda. Más de un millón se enfrenta a niveles de desnutrición aguda, en particular los niños.
A su vez, aludió al desplazamiento de miles de haitianos tanto en el interior del país como al exterior, incrementando su presencia en las principales rutas migratorias y aumentando su preocupación y tensión en los países de destino. Esto tiene resonancias en las naciones de la región, especialmente en la vecina República Dominicana, acotó Parolin, quien evidenció otra problemática: la crisis en el plano institucional. En este sentido, destacó la constitución del Consejo Presidencial de Transición como un paso que fue saludado positivamente por la comunidad internacional.
Para el cardenal, no se deben ahorrar esfuerzos en apoyar los caminos que pretenden conducir al país hacia la celebración de unas elecciones democráticas que le otorguen las autoridades e instituciones necesarias para emprender su proceso de reconstrucción. También la Iglesia católica, apuntó Parolin, se siente llamada a acompañar la transición en el modo que le es propio, con el ejemplo de tantos hombres y mujeres que con manos y corazón están dando su vida en el servicio al prójimo como buenos samaritanos, aportando la solidez de los valores del Evangelio, que son compartidos por gran parte del pueblo haitiano. Pueden servir, sostuvo, para humanizar las decisiones y los pasos que acerquen el tan deseado cambio.
“El grito silencioso de los hermanos haitianos nos interpela a todos, aseguró Parolin. En él reconocemos la voz de un pueblo que no ha perdido la esperanza y que nos habla de una realidad que está enraizada en lo profundo del ser humano, independientemente de las circunstancias concretas y los condicionamientos históricos”.
El Secretario de Estado incentivó a todos a una reflexión serena que pueda derramar un rayo de luz sobre la oscuridad de la crisis y pueda ser la base de propuestas concretas que sea útil para restaurar los caminos indicados para construir una sociedad mejor, más justa y en paz.
Parolin aseguró sus plegarias por los trabajos y agradeció a todos los participantes en el evento por la escucha y a la Academia por la oportunidad.
En el seminario, intervinieron tres expresidentes de Costa Rica (Miguel Ángel Rodríguez), Chile (Eduardo Frei Ruiz) y de México (Felipe Calderón). Rodríguez resaltó que ayudar “al más pobre de nuestros hermanos” debe ser un compromiso de las naciones latinoamericanas. En la misma línea, Frei Ruiz expresó que los países del continente “no podemos dejar abandonada de esta manera a una nación en nuestra región, preocupémonos de dar una pequeña ayuda solidaria”. Y para Calderón, es fundamental “que se establezca el Estado de Derecho, la legalidad y se protejan las libertades básicas sin las cuales no puede haber vida ni dignidad ni desarrollo”.
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