El cardenal Parolin pronuncia la homilía durante la misa funeral por su madre. El cardenal Parolin pronuncia la homilía durante la misa funeral por su madre. 

Parolin: sobre las rodillas de nuestra madre conocimos el Evangelio

El cardenal secretario de Estado ha celebrado esta mañana en Schiavon, en la provincia de Vicenza, el funeral de su madre Ada Miotti Parolin, fallecida el pasado sábado a los 96 años. Al inicio del funeral se leyó un mensaje del Papa Francisco. Varios centenares de personas asistieron a la ceremonia

Alvise Sperandio - Schiavon (Vicenza)

«Gracias mamá, sobre tus rodillas hemos aprendido a conocer el Evangelio. En ti, hoy, se realiza esa fe en la resurrección en la que creemos». Con estas palabras, pronunciadas con la voz quebrada por la emoción, el cardenal Pietro Parolin ha celebrado hoy, 3 de septiembre, el funeral de su madre Ada Miotti, fallecida el pasado sábado a los 96 años en la Casa Gerosa de Bassano del Grappa. Todo Schiavon, el pueblo natal del cardenal en la provincia de Vicenza, ha querido apiñarse en torno al Secretario de Estado, a sus hermanos Maria Rosa y Giovanni, y a todos los miembros de la familia, en el momento de la despedida en la iglesia parroquial: primero anoche, con el rezo del Rosario, y después esta mañana con el funeral. «Jesús cumplió lo dicho y prometido en el Misterio Pascual», dijo el cardenal, “estamos convencidos de que Aquel que resucitó al Señor Jesús, también nos resucitará con Jesús y nos querrá a su lado (...) Esta es la fe que me enseñó mi madre y que hoy encuentra en ella la plena realización y consumación”.

Un momento de la misa funeral
Un momento de la misa funeral

El homenaje de todo el pueblo

La iglesia estaba abarrotada desde primera hora de la mañana, con varios centenares de personas presentes. Concelebraron en el presbiterio el cardenal elector Konrad Krajewski y el obispo de Vicenza, Giuliano Brugnotto. También estaban presentes el arzobispo Luigi Russo, secretario de las Representaciones Pontificias, y varios obispos de la Conferencia Episcopal: el obispo de Verona, Domenico Pompili, el de Pordenone, Giuseppe Pellegrini, los eméritos Beniamino Pizziol, Adriano Tessarollo y Egidio Bisol, así como Flaviano Rami Al Kabalan, procurador de los siro-malabares en Italia. Había muchos sacerdotes, unos cincuenta, entre ellos el párroco local de Schiavon y Longa, el padre Luciano Attorni, y varias religiosas. También había muchas autoridades civiles y militares.

Pésame del Papa Francisco

Al comienzo de la misa se leyó un mensaje de pésame enviado al cardenal Parolin por el Papa, recién llegado a Asia para iniciar su viaje apostólico. "Informado del fallecimiento de la amada madre - decía el telegrama - participo espiritualmente en el duelo que ha golpeado a su familia, asegurándoles mi cercanía en este particular momento de sufrimiento humano”. Al telegrama de Francisco se añadió un mensaje privado del cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, asegurando la oración y la bendición.

Tres figuras fundamentales

En su homilía, el cardenal Parolin dijo que «la Madre se durmió plácidamente en el Señor. Me la imagino acogida a la puerta del Paraíso, no sólo por el Salvador, por la Virgen María de la que era muy devota y por San Pedro, sino también por tres personas. La primera era el Padre Luigi: ella me había confiado que se había enamorado de él, impresionada por su manera de rezar en esta iglesia, cosa que hoy ya no ocurre. Fue una bonita y desgraciadamente corta historia de amor conyugal. Hoy se reencuentran 59 años después, en un abrazo que nadie podrá nunca disolver y que durará toda la eternidad». El cardenal recordó a continuación a «don Angelo Fornase, párroco de Schiavon de 1961 a 1981, que la acompañó en los malos momentos, como la muerte de mi padre, y en los buenos, como mi ordenación sacerdotal. Y el director de la escuela, Sartor, con quien había colaborado durante mucho tiempo como maestra de primaria. Menciono a estas personas para nombrar las tres esferas, familia, iglesia y escuela, en las que madre se comprometió dándolo todo y enseñándonos a darlo todo. Tenía un inmenso amor por nosotros, los niños, nos educó y acompañó con valor y fortaleza.

Amor a la Iglesia

Y tenía un inmenso amor por la Iglesia desde su juventud, en Villa Raspa de donde era oriunda. Una vez, conversando sobre la crisis de fe de nuestro tiempo, dijo algo así: «No puedo entender a los que abandonan la Iglesia, que es nuestra madre. Aprendimos el Evangelio de rodillas». El cardenal Parolin subrayó que siguiendo el ejemplo de la madre «es posible seguir a Jesús y amar el Evangelio, amar a Dios y al prójimo siguiendo los mandamientos». Vivimos en una época en la que los organismos educativos luchan por encontrar la colaboración y la sinergia. La Madre nos ha mostrado la unidad de su persona, los tres hijos le estamos agradecidos y le damos las gracias. Busquemos la convergencia para que el futuro de los jóvenes sea bello y lleno de esperanza».

Al final de la misa, el Secretario de Estado agradeció a todos su cercanía, empezando por el Papa Francisco. Otro mensaje vino del arzobispo Peña Parra, sustituto para Asuntos Generales. El cardenal Parolin dirigió un pensamiento especial a las Hermanas de la Caridad conocidas como las Hermanas de la Infanta María de Casa Gerosa y a todos los que cuidaron de la señora Ada durante el último año en el centro. Tras la misa, el féretro fue trasladado al cementerio contiguo de Schiavon para ser enterrado en la capilla familiar, justo encima de su marido Luigi, fallecido en 1965 con sólo 44 años. Al recitar la última oración, al Cardenal Parolin se le llenó la cara de lágrimas mientras los familiares despedían a su ser querido, besando el féretro uno a uno.

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03 septiembre 2024, 15:12