Fiesta en el Sínodo para la pequeña Inés, hija de un padre sinodal
"¡Feliz cumpleaños! Feliz cumpleaños, niñita!». En el Aula Pablo VI, en la pausa matinal de los trabajos del Sínodo, hubo primero aplausos y luego un coro entonado por el Papa y los padres y madres sinodales cuando el cardenal secretario general, Mario Grech, anunció la entrada de la pequeña Inés de Urquidi, que hoy cumple 10 años. «Esta semana hemos destacado varias veces la importancia de la familia y hoy lo celebramos porque uno de nuestros miembros, José Manuel de Urquidi, está aquí con su familia: con su mujer, con su hija Inés y hoy cumple 10 años. Ven aquí y conoce al Santo Padre», dijo el cardenal.
La cumpleañera cruzó entonces el espacio entre las mesas circulares abrazada a su madre Ana Cecilia y a su padre, ex abogado financiero, luego restaurador y finalmente 'misionero online' católico 'para responder a la llamada de Cristo' - como escribe en sus cuentas sociales- forma parte de los delegados del CELAM en la asamblea de la sinodalidad desde el año pasado, donde aporta su experiencia como evangelizador digital, influencer y creador de contenidos católicos en Estados Unidos y Latinoamérica.
El encuentro con el Papa
Inés de Urquidi lleva una semana en Roma («Es la primera vez que viene a Europa», explica José), mientras que los otros dos hermanos pequeños Javier y Marcelo están con su abuela en Dallas -donde reside la familia, mexicana de origen-, hoy Inés de Urquidi ha pedido poder ver en su décimo cumpleaños la sala donde su padre trabaja desde el 2 de octubre con representantes de las Iglesias mundiales. Sobre todo, la pequeña pudo así conocer en persona al Papa, que el año pasado, también en su cumpleaños, le había enviado un saludo a través de un cortometraje. «¡Qué bonita familia!», exclamó el Pontífice cuando los tres se acercaron a él: “Me alegro de veros”. Mientras que a Inés, tras un apretón de manos y buenos deseos, le dijo: «Gracias por prestar a tu papá a la Iglesia».
Regalos
Entre el Papa y la niña, un intercambio de sobres. De Francisco, un sobre que llevaba en la mano al hacer su entrada esta mañana, con alfajores en su interior, galletas típicas argentinas rellenas de dulce de leche, colocadas en una hermosa caja de madera de Córdoba. Cómanselas juntos, no todas solo para ti porque si no te llenas la panza», bromeó el Papa dirigiéndose a Inés. En cambio, Inés le entregó paquetes con cartas y dibujos de sus compañeros de All Saints Catholic School, una escuela parroquial de la diócesis de Dallas, que le enviaron saludos, declaraciones de afecto, piropos. ¡Usted trabaja muy, muy duro! Es usted un Papa fantástico», escribió un niño a lápiz. Alguien aprovechó este contacto para enviar al Pontífice algunas preguntas y llevarse algunas curiosidades. Como Preston, que en la página contigua a un dibujo suyo con uniforme argentino jugando al fútbol con Jorge Mario Bergoglio escribió: «¿Le gusta ser Papa?».
Saludos de los participantes en el Sínodo
Francisco sonrió ante estos regalos y luego dio su bendición a la familia y, en particular, a la niña. Lo mismo hicieron los demás participantes en el Sínodo, que acudieron en gran número a desearle a Inés un feliz cumpleaños.
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