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Palabra del día

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Fecha11/04/2024
Memoria de San Estanislao, obispo y mártir

Lectura del Día

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 

Hch 5, 27-33

En aquellos días, los guardias condujeron a los apóstoles ante el sanedrín, y el sumo sacerdote los reprendió, diciéndoles: “Les hemos prohibido enseñar en nombre de ese Jesús; sin embargo, ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas y quieren hacernos responsables de la sangre de ese hombre”.

Pedro y los otros apóstoles replicaron: “Primero hay que obedecer a Dios y luego a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes dieron muerte colgándolo de la cruz. La mano de Dios lo exaltó y lo ha hecho jefe y Salvador, para dar a Israel la gracia de la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de todo esto y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que lo obedecen”.

Esta respuesta los exasperó y decidieron matarlos.

Evangelio del Día

Lectura del santo evangelio según san Juan

Jn 3, 31-36

“El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu.

El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él”.

Palabras del Santo Padre

¿Cómo llegó Pedro a este punto, a este valor, a esta franqueza, a exponerse? Porque podía haber llegado a compromisos y decir a los sacerdotes: “Pero no os preocupéis, iremos, hablaremos un poco más bajo, nunca os acusaremos en público, pero vosotros nos dejáis en paz...”, y llegar a compromisos. (…) Pero no, Pedro dijo: “Ningún compromiso. Vosotros sois los culpables” (cf. v.30), y con esta valentía. ¿Y cómo llegó Pedro a este punto? Porque (…) era muy generoso y también muy débil. ¿Cuál es el secreto, qué fuerza tuvo Pedro para llegar aquí? Hay un versículo que nos ayudará a entender esto. Antes de la Pasión, Jesús dijo a los apóstoles: «Satanás os ha reclamado para cribaros como trigo» (Lc 22,31). (…) Y a Pedro le dijo: “yo he rogado por ti «para que tu fe no desfallezca»” (v.32).  Este es el secreto de Pedro: la oración de Jesús. Jesús reza por Pedro, para que su fe no desfallezca y pueda —dice Jesús— confirmar a sus hermanos en la fe. Jesús reza por Pedro. Y lo que Jesús hizo con Pedro, lo hace con todos nosotros. Jesús reza por nosotros; reza ante el Padre. Estamos acostumbrados a rezar a Jesús para que nos dé esta gracia, esa otra gracia, para que nos ayude, pero no estamos acostumbrados a contemplar a Jesús que hace ver sus llagas al Padre, a Jesús, el intercesor, a Jesús que reza por nosotros. Y Pedro fue capaz de hacer todo este camino, pasar de ser cobarde a ser valiente, con el don del Espíritu Santo gracias a la oración de Jesús. (Homilía Santa Marta, 23 de abril de 2020)